Aunque la idea de mundo digital pueda ser muy amplia, podría resumirse como aquello que abarca lo relacionado con los ordenadores, Internet o las redes de comunicación.
Un mundo digital que cada vez abarca más aspectos de nuestro día a día en tareas tan variadas que pasan por el ocio, la educación o el consumo de contenidos audiovisuales hasta gestiones burocráticas con la administración.
El mundo digital ha evolucionado enormemente en las últimas décadas con la eclosión y el desarrollo de Internet, las redes sociales o las aplicaciones, pero que no cuenta con un avance homogéneo al haber diferencias entre diversos sectores de las distintas sociedades del mundo.
Ante esta problemática entran en juego dos conceptos que resulta interesante conocer: la inclusión y la brecha digital.
Inclusión digital y brecha digital
Tanto la inclusión como la brecha digital son dos términos de gran relevancia en el mundo digital. ¿Por qué? Pues porque para que el citado mundo digital esté disponible para un mayor número de habitantes de todo el planeta (independientemente de su lugar de residencia, su género o su edad, entre otras cuestiones), hay que avanzar en determinadas cuestiones.
Inclusión digital
Una inclusión digital que pasa no solamente por facilitar el acceso a las herramientas digitales de aquellas personas o colectivos sociales que puedan estar fuera del mundo digital, sino que también implica el desarrollo de habilidades necesarias para llevar a cabo un uso correcto o adecuado. O al menos disponer de unas mínimas nociones sobre cómo funcionada.
La educación digital, la expansión y desarrollo de la conectividad, la tecnología inclusiva o la alfabetización digital son algunos ejemplos de esta inclusión digital.
Brecha digital
Por su parte, la brecha digital se refiere a la desigual posibilidad o capacidad en el acceso a la utilización de las TIC y de la que podemos encontrar diferentes tipos:
- Brecha digital de cobertura o acceso, referida simple y llanamente al acceso a los recursos digitales.
- Brecha digital de uso, en el que la barrera hacia lo digital no radica en la imposibilidad de acceder sino en la dotación de herramientas para poder realizar un uso correcto o adecuado de los recursos digitales. Las distintas brechas de uso existentes son la generacional, la de género, la de discapacidad o la rural-urbana.
Avanzar en cerrar la brecha digital -sea la de cobertura o la de uso- es de gran relevancia para alcanzar una inclusión digital que afiance la construcción del mundo digital.
Ventajas del mundo digital
Si bien es cierto que también existen consideraciones a tener en cuenta, como por ejemplo en materia de seguridad o privacidad, el mundo digital y su desarrollo han traído aparejados una serie de beneficios para el conjunto de la sociedad.
Veamos algunos de ellos, en una lista en la que podrían entrar numerosas ventajas más.
Educación
La educación digital se ha demostrado como una herramienta de gran utilidad para la transformación y la mejora del aprendizaje.
Esta forma digital de educación cuenta con tres factores fundamentales, que son el contenido, la capacidad y la conectividad.
Estas dos últimas tienen que ver, precisamente, con las brechas digitales que citábamos anteriormente. La capacidad es la posibilidad de estudiantes o profesorado de contar con competencias y habilidades para el uso y aprovechamiento adecuado de las herramientas digitales. Es decir, la brecha de uso.
Por otro lado, la conectividad se refiere a la brecha de cobertura. Y es que sin una buena conectividad es imposible avanzar en el aprendizaje digital.
Conexión global
Los niveles de conectividad con los que cuenta actualmente el mundo hacen que la posibilidad de conectarse y comunicarse entre personas, personas con objetos u objetos consigo mismo esté en unos niveles nunca vistos.
Desde que nacieron el telégrafo o el teléfono en el siglo XIX, la evolución de las comunicaciones ha sido enorme.
Las acertadas previsiones del año 1985 sobre cómo se comunicaría el mundo en el 2000 hace ya tiempo que se han quedado cortas:
Un mundo en el que el desarrollo de tecnologías como el 5G unido a la escasa latencia hace que las comunicaciones más lejanas sean indistinguibles de las más próximas, un escenario impensable hasta hace poco tiempo.
Entretenimiento y ocio
Numerosas formas de entretenimiento y ocio son ahora muy distintas a cómo lo eran hace apenas unos años, por no hablar de la diferencia con respecto a hace unas décadas.
Desde los videojuegos hasta las series o las películas pasando por la música, la radio o la televisión convencional -cuyo día se ha celebrado recientemente, concretamente el 21 de noviembre-, el cambio en el consumo de este tipo de productos audiovisuales ha sido enorme.