Microsoft: “Los nuevos productos deberían llevar la accesibilidad de serie”

La presentación del nuevo Estándar Europeo de Accesiblidad (EN 301 549) fue la ocasión elegida por Alex Li, responsable de estándares de Microsoft Corporation para pronunciar esta frase. Al encuentro, organizado por la multinacional y Servimedia, asistieron el director del Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT), Miguel Ángel Valero; el director de Accesibilidad e Innovación de Fundación ONCE, Jesús Hernández; el profesor de la Universidad Politécnica y uno de los expertos que participaron en la redacción de la norma europea Löic Martínez y el consejero de Cuatrecasas Alejandro Negro.

La normativa europea pretende que todos los productos y servicios TIC sean accesibles per se, considerando a todo tipo de personas independientemente de su capacidad. “Hay que pensar -sostenía Alex Li- que la tecnología va a cambiar pero no las necesidades del ser humano. Hay que solucionar las barreras de acceso desde la perspectiva de la necesidad humana pues las barreras son las humanas y siempre serán visual, auditiva… desde esta perspectiva es más fácil hacer los servicios accesibles”.

¿LEGISLACIÓN GLOBAL?

Según Löic Martínez, “es necesaria una política similar en todos los países”, cuando los servicios son globales, no tiene sentido que haya diferentes legislaciones. “La norma es un mínimo, los desarrolladores TIC pueden decidir ir más allá si quieren…”. La característica positiva del desarrollo de un estándar que no contempla la resolución por ley es que el estándar es un proceso vivo que tendrá revisiones para su actualización, revisión y corrección.

Ahora que el estándar ha sido desarrollado, completaba Jesús Hernández, director de accesibilidad de Fundación ONCE, es necesario incluir la norma en el cuerpo legal de los países creando un mensaje único y contundente pero para eso es necesaria más obligatoriedad. “Hay una directiva que dice que siempre debe haber unos estándares pero son los representantes públicos y los ciudadanos quienes tienen que exigir que todos se pongan las pilas”, añadía Alejandro Negro. Es la parte pública la que tiene que dar ejemplo, subrayaba Miguel Ángel Valero: “Tenemos que cumplir la función sensibilizadora, educativa… Los Ministerios españoles se reúnen desde hace semanas para saber qué hay que hacer para adaptarse a la norma; y los ayuntamientos también tienen un papel fundamental de aproximación a la ciudadanía.”

Uno de los principales problemas que ha surgido durante su redacción se refiere a la clasificación de los dispositivos: Los dispositivos actuales son multimodalidad ya no cumplen una única función, además de llamar, también envían textos o se conectan a dispositivos remotos por lo que las normas se han centrado en la solución ante las distintas funciones. Mientras cumpla la función debe hacer lo que tiene que hacer pero también de forma accesible.

¿AUMENTO DE LOS COSTES DE PRODUCCIÓN?

Para mejorar la accesibilidad es necesario escuchar a los usuarios. Esta estrategia supondría además la creación de nuevos perfiles profesionales: las personas con discapacidad deben estar en el proceso de desarrollo pues deben ser ellos quien evalúen si realmente se han resuelto los problemas de accesibilidad de manera eficiente.

Pero ¿esto incrementará los costes de producción? El señor Li respondió tajantemente que hacer un producto accesible no encarece, en ningún caso. “Los nuevos productos deberían llevar la accesibilidad de serie”.  Además, “se crearía un mercado más grande al aumentar el número de demandantes”.

Sobre el tema de la autocertificación hubo discrepancias, pues la audiencia no tenía claro qué podría ser lo más fiable. Por un lado, el director de CEAPAT, Miguel Ángel Valero, aseguraba que es necesario una auditoría externa pues, en ocasiones, las entidades se han reconocido como accesibles pero luego no lo han sido y este hecho ha generado una gran desconfianza en los consumidores y en la autocertificación. Pero, por otro lado, el señor Li afirmaba que “tenemos un compromiso con los consumidores, si no les damos el servicio que nos piden… ¡Perderíamos millones!”.  Las empresas saben que no pueden jugársela pero “no tenemos tiempo para que venga un auditor y nos certifique” pues la tecnología está actualizándose cada día.

Apoyando la postura del señor Li, el consejero de Cuatrecasas Alejandro Negro concluyó que tendemos a las autocertificaciones, pues este paso será fundamental para la reducción de trámites en la empresa y además permitirá a las pymes acceder a concursos públicos gracias a la simplificación de procesos.

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