Primero aire fresco y luego comienza mi día
Después de esa bocanada de aire, mi siguiente parada es un buen desayuno, acompañado de un podcast o una interesante newsletter sobre marketing digital, ecommerce, CRO, SEO o inteligencia artificial. Esta rutina me ayuda a conocer nuevas tendencias y mantenerme al tanto de lo último en el sector. Además, escuchar las experiencias de otros profesionales siempre me brinda nuevas ideas y me sirve como fuente de inspiración.
No lo he dicho antes, pero para mí, un buen desayuno incluye un delicioso zumo de frutas, ¡y ni una gota de café! Sí, soy parte de ese pequeño porcentaje de la población que no necesita café para tener energía. Aunque admitiré, que el olor me encanta.
Una vez finalizado el desayuno y mi píldora informativa, accedo a Teams para revisar lo que me depara el día. Primero, examino las reuniones agendadas para organizar mi agenda, y luego reviso mi correo en Outlook para identificar mensajes urgentes. Me esfuerzo por mantener mi bandeja de entrada organizada, marcando cada correo para facilitar la búsqueda de hilos o información relevante según el tema o proyecto. ¡Qué no te de miedo borrar mensajes y revisa siempre tu carpeta de SPAM!
Finalmente, reviso Asana, nuestra herramienta de metodología agile, para gestionar y organizar tareas. Aquí, consulto las entregas del día y el estado de las tareas en progreso, para detectar si hay alguna que puede estar atascada. ¡Estas tres herramientas son mis grandes aliadas!
Los datos inundan mi mañana
Una vez que he revisado las herramientas, me sumerjo en los datos. A primera hora, antes de las reuniones diarias, me gusta analizar los datos de cierre del día anterior y los KPI principales para entender lo que está sucediendo y anticiparme a posibles problemas. Para ello, utilizo la herramienta de visualización de datos Looker, donde consulto informes personalizados generados a partir de fuentes de datos como Google Analytics 4, Shopify, Klaviyo o Metricool, entre otras.
Llega el momento de la “daily”, nuestra reunión de equipo diaria de 15 minutos que nos ayuda a entender qué tareas vamos a abordar en esa jornada. A lo largo del día, alterno reuniones con espacios para avanzar en mis tareas. En nuestro equipo, utilizamos la metodología agile, que nos ayuda a priorizar las tareas del trimestre a través de sprints, planificando los tiempos de desarrollo.
Trucos para ser más productivo
Para mí, lo más importante es reservar espacios en la jornada que te permitan realizar tareas sin interrupciones. Por ejemplo, puedes reservarte slots en tu calendario y minimizar los famosos “ladrones de tiempo”, como las reuniones. ¿A quién no le ha pasado tener un día lleno de reuniones y sentirse frustrado por no haber sido productivo? Es fundamental limitar y acotar las reuniones, programándolas de lunes a jueves en la mañana, para así luego, disponer de tiempo para avanzar en el trabajo.
Otro aspecto clave es anticiparse. Planificar adecuadamente y utilizar herramientas como Asana, que te permiten visualizar tus tareas a corto y largo plazo, es esencial. Además de la planificación, la automatización es fundamental para liberarte de tareas rutinarias que consumen tiempo.
Sí tu problema es la procrastinación y nunca ves el momento de atacar grandes tareas por falta de tiempo, existen varias técnicas de gestión del tiempo que te pueden ayudar. Como la técnica de Pomodoro. Simplemente, tienes que programar un temporizador para dividir el trabajo en intervalos de 25 minutos para trabajar y 5 minutos para descansar. Repites este ejercicio cuatro veces y en la cuarta sesión, el descanso lo haces de 20 minutos. Esta técnica es muy útil cuando necesitas concentración.
Por último, antes de terminar el día, a mí me ayuda mucho organizar el trabajo pendiente para saber exactamente por dónde empezar la mañana siguiente. ¡Este tip es fundamental para los lunes!
Descanso, deporte y aire libre para terminar el día
Al finalizar la jornada, es hora de dedicarle tiempo también al cuerpo. En mi caso, el gimnasio y salir a correr son excelentes maneras de liberar tensiones. También encuentro en el yoga una gran ayuda para relajarme y reducir el estrés del día a día.