Ya sea desde casa o en la oficina, inicio saludando a mi equipo y a personas cercanas. Creo firmemente que un simple «buenos días» puede cambiar significativamente el ánimo y mejorar el ambiente laboral. Este pequeño gesto no solo crea una atmósfera de cercanía y empatía, sino que también es fundamental para fortalecer el espíritu de equipo y fomentar un entorno de trabajo colaborativo y un buen ambiente laboral.
El comienzo de mi jornada
Una vez iniciada la jornada laboral, reviso los KPIs del negocio, que son especialmente importantes ahora que estamos implementando las Living Apps en Brasil y España. Estos indicadores son cruciales para guiar mis actividades, sobre todo tras la entrega de un nuevo proyecto. Mientras termino mi café, pruebo las aplicaciones más importantes, asegurándome de que funcionen correctamente. Si se encuentra algún problema, lo comunico de inmediato al equipo técnico para su análisis, garantizando así la calidad y la eficiencia del servicio.
Mis tareas
La organización de tareas es clave en mi rol. Utilizo mi cuaderno o OneNote para anotar los puntos críticos que requieren atención durante la mañana. Esta práctica me ayuda a priorizar y estructurar eficientemente mi día. Dedico las primeras horas a reuniones periódicas con mi equipo, donde revisamos el estado de los proyectos y discutimos posibles riesgos o desviaciones. Estas reuniones son vitales para asegurar que todos estén alineados y comprometidos con los plazos establecidos.
El seguimiento con el equipo de Negocio también es crucial, especialmente en días con entregas y seguimientos críticos en Brasil y España, donde estas interacciones se convierten en mi prioridad. Trabajamos juntos para asegurar que nuestra estrategia y ejecución estén en sintonía con las expectativas de los clientes y para hacer los ajustes necesarios que garanticen el éxito del proyecto. La comunicación constante y efectiva con los stakeholders y el equipo de proyecto es esencial para mantener la transparencia y el compromiso.
Ocasionalmente, surgen imprevistos o nuevas prioridades que requieren atención inmediata. Creo fielmente que la capacidad para reorganizar rápidamente las tareas es fundamental, no solo para adaptarnos a cambios inesperados sino también para mantener el enfoque del equipo. En estos casos, guío al equipo para planificar y abordar estas urgencias de manera eficiente, evaluando recursos disponibles y reasignando tareas si es necesario. Esta flexibilidad y capacidad de respuesta contribuyen a nuestra eficiencia operativa y refuerzan la confianza y cohesión dentro del equipo.
Para cerrar el día, reviso las reuniones programadas para el día siguiente, preparando guiones y agendas con anticipación para asegurar que cada encuentro sea eficiente y productivo. Este proceso me permite organizar mis pensamientos y prioridades, guiar las conversaciones de manera efectiva, y anticipar preguntas o inquietudes del equipo, contribuyendo a un flujo de comunicación claro y directo.
Mis herramientas
Mis herramientas más usadas son OneNote, mi cuaderno, mi boli, Teams y donde tenemos todo que es mi herramienta fundamental Confluence para cada seguimiento de los proyectos, reuniones y prioridades.