“Mi día a día en Telefónica”, por Ana Siles

Empiezo el día con gratitud, porque después de todo lo que he pasado, cada mañana es un regalo. He enfrentado varias enfermedades y, sinceramente, solo el hecho de estar viva ya me llena de energía.

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Tiempo de lectura: 4 min

El comienzo del día

Soy muy fanática de las rutinas saludables, ¡quizás hasta un poco friki! Mi día comienza con un cóctel de prácticas: ayuno intermitente, un poco de Chikung para mover la energía, meditación para calmar la mente…Luego todos los días trato de hacer algo de ejercicio de fuerza (de 20.00h a 21.00h), y al menos un día intento entrenar en mi equipo de barco dragón. Me cuido con una dieta antiinflamatoria estricta porque siento que me da equilibrio (y así quitos miedos).

Laboralmente, arranco con mi litro de té verde con limón, algo así como mi combustible matutino. Suelo poner de fondo Mozart mientras leo toda la prensa tecnológica y reviso las publicaciones en LinkedIn, sobre todo las de los Top Voices de Telefónica. Escribir es mi pasión y siempre tengo mi planificación mensual, aunque a veces me dejo llevar por lo más interesante del día.

Mi proyecto preferido

Mi proyecto favorito es LinkUP. Es un programa que hemos creado en Telefónica para que todos los empleados cuidemos nuestra marca personal. No podemos vender tecnología si nuestros perfiles no reflejan nuestra experiencia y una huella digital en condiciones. Lo mejor es que funciona como una comunidad, compartimos prácticas y aprendemos unos de otros. Es increíble cómo este tipo de proyectos generan una sensación de pertenencia y nos motivan a mejorar cada día.

Mis herramientas

Después del ictus, he aprendido a adaptarme y utilizo herramientas me ayudan a mantenerme organizada y enfocada. Mi memoria y concentración ya no son lo que eran, antes lloraba ahora ya lo asumo. No puedo vivir sin mi calendario de Outlook y mi inseparable agenda en papel, ¡soy analógica convertida a digital! Además, desde hace poco he descubierto el poder de la lista de To Do vinculada a Outlook.

Trabajo con la técnica de Pomodoro para mantenerme enfocada, aunque la cambio porque estoy 45 minutos de concentración frente a 25, luego suelo levantarme y estirar por 5 minutos. Y, aunque suene sencillo, no abro más de tres pestañas en el navegador porque, si no, me distraigo demasiado rápido.

Mi gran aliado en la superación de mis miedos tras la discapacidad es la inteligencia artificial. Uso Copilot y otras herramientas de IA para revisar todo y preguntar todo lo que necesito, incluso como buscador. Son como una segunda voz que me ayudan a estar más segura. Además, estoy haciendo un máster de IA con Microsoft y Founderz, para seguir avanzando en mi aprendizaje. Eso sí, si no uso estas herramientas también se me olvidan, por eso intento “formar para no olvidar” y usarlo en proyectos como el de Líderes Digitales de Fundación Telefónica (Colegios, AMPAs, docentes).

Mi mejor momento del día

A las 11, cuando rompo el ayuno, suelo ir a la cafetería. Es mi momento social, donde comparto un rato con amigas y compañeros a la vez que aprovecho este pequeño espacio de negociación. Me encanta porque es un punto donde actualizo mis contactos, pido favores, vendo el curso LinkUP y simplemente socializo. Estuve muy aislada hasta que asumí mis cosas y ahora le doy mucho valor a venir a la oficina.

Mis trucos para organizarme

Mi TDHA hace que mi mente sea dispersa por naturaleza, como he lidiado desde hace cincuenta y cuatro años con esto, me agarro a las rutinas para ser organizada. Algunos trucos:

  • Tengo silenciadas las notificaciones del móvil y del PC. 
  • Me mando mensajes a mí misma en WhatsApp o en mi propio Teams con ideas, artículos y cosas que no quiero olvidar.
  • No empiezo una tarea si no termino la anterior.
  • Utilizo un calendario magnético del mes enorme en mi cocina para visualizar todo.
  • Reviso cada mañana el calendario y la lista de “To Do” en la que hago subdivisión de tareas grandes en pequeñas.
  • Para no generarme estrés me propongo solo tres objetivos clave al día. Si intento abarcar más, me agobio y debo tener la ansiedad a raya.
  • Soy estricta en los horarios y las rutinas fijas para disminuir la ansiedad.

Para terminar, diría que el orden es un valor en alza y más en este mundo multi pantalla de distracciones así que como dijo Benjamin Franklin: «Para cada minuto que pasas organizando, ahorras una hora».

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