Generalmente vengo en moto, por lo que suelo aparcar fuera de la zona Este.
Antes de entrar al edificio Este, disfruto de una pequeña caminata por el Distrito. Este breve paseo me sirve para aclarar la mente y me ofrece la oportunidad de practicar una de mis aficiones más constantes: la fotografía. A lo largo de los años, este ritual se ha convertido en un espacio de serenidad y en una manera de documentar la evolución de mi entorno.
Al cruzar la entrada del edificio y ascender hasta la octava planta, elijo un espacio de trabajo. No tengo la costumbre de reservar un lugar específico; prefiero la variedad y la capacidad de elegir un nuevo sitio cada día, acorde con mi carácter adaptable y mi deseo de frescura en la rutina diaria. A menudo opto por ocupar una de las cabinas disponibles, especialmente cuando me dedico a la edición de videos, una de mis tareas más frecuentes últimamente. Este hábito de movilidad y flexibilidad no solo me satisface, sino que también enriquece mi productividad y creatividad en el trabajo.
La importancia de la diversidad
La diversidad hace entretenidos mis días en la oficina, siendo cada uno distinto del anterior, aunque existen algunas constantes en mi rutina. Comienzo revisando la agenda para tener una visión clara de las reuniones programadas para el día, tanto matutinas como vespertinas. Luego, dedico tiempo a responder correos pendientes, revisar los nuevos y atender cualquier solicitud entrante. Más tarde, procedo a estructurar mis tareas, ya que generalmente manejo varias en paralelo.
Dado que tengo un espíritu inquieto, propio de los creativos, no me gusta quedarme mucho tiempo en la misma tarea. Me muevo de un proyecto a otro, como quien busca la mejor canción cambiando de canal. Se dice que variar de actividad frecuentemente puede impulsar la productividad, y en mi caso, es completamente cierto. Así que raramente paso más de una hora en la misma tarea.
Mis tareas
Mis días en la oficina nunca son monótonos, y eso es algo que valoro mucho. Trabajo en la Oficina de Precios, donde nos enfocamos en los productos del negocio tradicional —fijo y móvil—, principalmente para clientes de Grandes Empresas. Estos productos siguen siendo el pilar estratégico para nuestro segmento.
Normalmente tengo reuniones de seguimiento de mi unidad, la Gerencia de Oficina de Precios en la Jefatura de Estrategia y Análisis de precios en Empresas, los lunes y jueves. Por tanto, debo tener preparados los avances del trabajo semanal antes de estas reuniones.
Mi función principal se centra en lo relacionado con la comunicación, tanto a cliente final como a las redes de ventas a través de Mediana Empresa y Grandes cuentas.
Propongo, diseño y lanzo campañas de comunicación, pongo en marcha acciones comerciales, lanzamiento de productos, eventos internos y externos, y un largo etc.… Además, de un tiempo a esta parte, he incrementado mi actividad con la producción audiovisual. Últimamente, he estado metido de lleno en la producción audiovisual. En estos dos años, he creado, editado y lanzado más de 30 vídeos corporativos, tanto para uso interno como para nuestros clientes. Cada vez me involucro más en esta área, y la verdad es que disfruto mucho con ello; me siento como pez en el agua.
Mi descanso en la jornada
Tengo la costumbre de almorzar solo y hacerlo temprano, normalmente a la una, a veces a la una y media. Para mí, ese momento de la comida no es solo para saciar el hambre; es una isla de calma en medio del bullicio diario. Me sirve para tomar un respiro, disfrutar del silencio y, de paso, ordenar los mil y un pensamientos que se acumulan en mi mente durante la mañana.
Mis tardes de trabajo
Las tardes las dedico a tareas no tan urgentes, y también aprovecho para formarme y mantenerme al día en algunos temas o para visitar los distintos grupos de WorkPlace internos en los que colaboro. Por último, antes de salir de la oficina, suelo revisar lo que queda pendiente en la agenda de la semana.