Sofía Montes Díaz-Rato – RC y Sostenibilidad
Las empresas españolas tienen un nivel de inclusión digital muy bajo, así lo ratifica el estudio realizado por ICEMD en colaboración con Millward Brown. Tras más de 440 entrevistas a distintas compañías de ámbito nacional localizadas en los sectores del turismo, servicios, transporte, retail e Industria sobre 39 competencias digitales; el estudio revela un panorama desolador en el ámbito de las nuevas tecnologías y su implementación.
Los datos obtenidos tras las encuestas, llevaron a los expertos a elaborar un Índice de Competencia Digital (ICD), es decir, un “indicador que determina el nivel de implementación de las competencias digitales en la empresa española”, en el que se compara el nivel de relevancia que asocia el directivo a las competencias digitales y el nivel de implementación real en la empresa.
Pero a menudo el problema es que no saben cuáles son las disciplinas digitales, ni qué dirección deben tomar a la hora de empezar la planificación estratégica de la implementación digital, pues menos del 30% de los directivos declaran recibir formación de manera periódica en materia digital. Es labor tanto de los CEOs como de los reclutadores de talento estar al día de las novedades para poder conseguir mayor rendimiento de sus negocios, “la transformación digital la hacen las personas, no las empresas”, aseguraba Enrique Benayas, Director General del ICEMD.
Existe una clara diferencia entre lo que se espera del contexto digital y el nivel de aplicación que tienen las empresas, de lo que los directivos esperan del contexto digital y la realidad de las acciones que desarrollan en él. Consideranprioritario, por ejemplo, captar y fidelizar clientes mediante una estrategia digital pero en el desarrollo de estrategias de marketing digital el nivel de lo que creen que deberían hacer está por debajo. Más aún, no dan prioridad a la obtención de información relevante o al análisis de datos del cliente (Big Data) lo que resulta totalmente contradictorio con esa intención de captación y fidelización.
El 100% de las compañías conocen las funciones y los perfiles digitales pero solamente el 63% de ellas lo están implementando, pero el 73% no tienen un puesto específico ni una persona con formación específica para cubrir estos cargos. El problema viene de la raíz, “las empresas que no se forman no tienen ni capacidad ni talento para invertir en transformación digital -sostenía Benayas-, pues no saben dónde deben hacerlo”. Hay áreas de negocio que la propia empresa ni considera relevantes: la aplicación del e-commerce, la publicidad digital…
La relación entre el proceso de transformación digital y la inversión en formación es tal que el 78% de las españolas invertirán en formación digital en el próximo año a un nivel medio-alto. Los puestos con mayor necesidad de formación son los responsables de innovación, comunicación y recursos humanos, y a ellos debería ir dirigida principalmente esta inversión.
La conclusión que podríamos extraer de este estudio es que la falta de inclusión digital en las empresas españolas se produce por el desconocimiento de las novedades tecnológicas. Es importante estar al día en las nuevas tecnologías para conseguir una mayor visibilidad y rentabilidad en cualquier negocio.