Los orígenes del almacenamiento de la información
Estamos hablando de 3.000 años a.c. El progreso de las civilizaciones ha ido acompañado de avances en la gestión de la información, para lo que ha necesitado registrarla, almacenarla, tratarla y analizarla para tomar decisiones con ella.
Las tablillas sumerias se utilizaban para tener inventarios detallados y precisos de granos, ganado, herramientas y otros recursos. Al comparar estos inventarios, identificaban tendencias, preveían escaseces y ajustaban las estrategias de producción y comercio.
De la misma manera, registraron transacciones comerciales, impuestos y salarios. Podríamos decir que fue el primer sistema contable.
Estos datos, almacenados en tablillas de arcilla, sirvieron para identificar patrones y tendencias, así como evaluar riesgos y tomar decisiones para mitigarlos y optimizar recursos. Nada diferente de lo que podemos hacer actualmente con las TIC.
El avance técnico y científico ha hecho que se multiplique en varias órdenes de magnitud las posibilidades de las que disponemos para el registro, almacenamiento y tratamiento de la información. De la misma forma, este avance en las TIC ha permitido de alguna manera devolver a nuestra tierra parte de lo que nos facilitó en un principio.
La importancia de la huella ambiental
La huella ambiental es una medida para cuantificar la demanda que hacemos sobre los recursos naturales de la tierra y la cantidad de residuos que generamos en nuestra actividad diaria.
El uso de las TIC tiene el potencial de generar un impacto positivo sobre la huella ambiental, incluyendo la prevención de la contaminación y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los factores que van a influir en la huella ambiental son la forma en la que consumimos productos y servicios, los procesos de producción, la necesidad de medios de transporte que demandamos y la cantidad de residuos que generamos en nuestra actividad.
Conceptos como TIC sostenibles, green computing o green IT se basan en el estudio de buenas prácticas y uso de las TIC para minimizar el impacto ambiental y potenciar los efectos positivos que puede generar al utilizarlas
Por esta razón, en la última cumbre sobre el clima de Naciones Unidades celebrada en noviembre de 2024, se puso especial foco y dedicaron una jornada al uso de la digitalización para la descarbonización y minimización de la huella ambiental.
Una de las decisiones que se ha vuelto a proponer por la industria de las telecomunicaciones después de este encuentro y que a día de hoy se encuentra pendiente de realizar por la UE, ha sido que se incluyera las redes de comunicaciones electrónicas como actividad sostenible específica dentro de la Taxonomía de la UE. Esto permitiría dirigir inversiones hacia redes digitales verdes, asegurando que estén alineadas con los objetivos climáticos fijados en Europa dentro del Pacto Verde Europeo.
El papel de las empresas con el uso de las TIC
La UE a través del informe Digital Economy and Society Index (DESI), hace un seguimiento del grado de digitalización de las empresas en los distintos países de la unión europea en consonancia con el programa estratégico de la Década Digital para el 2023. En el informe se recogen indicadores para supervisar los avances en relación a los objetivos digitales. Desde el año 2021 se ha incluido el indicador de uso de las TIC para la sostenibilidad ambiental. Este indicador mide el impacto que tienen las TIC para emprender acciones más respetuosas con el medio ambiente dentro de la empresa. Los datos se obtienen a través de encuestas cuyo informe final se puede consultar en cualquier centro de documentación europea.
El análisis del informe indica que más de la mitad de las empresas de la UE utilizan las TIC para poder reducir la huella ambiental. Al relacionarlo con el tamaño de la empresa, la motivación de las grandes empresas es ligeramente mayor que las de tamaño más pequeño.
Los datos de la encuesta nos dicen que el 65% de las empresas tienen entre sus objetivos la reducción de la huella ambiental y, como comentamos, las grandes empresas tienen unos objetivos más ambiciosos en este aspecto.
En mayor medida el uso de las TIC se utiliza para la optimación de procesos (77%), reducción del consumo de recursos naturales (64%) y creación de directrices ambientales (59%) pero también en una menor medida sirven para la medición del impacto (36%) y para la compensación del impacto ambiental (26%).
Para hacer seguimiento de la digitalización de las empresas, el informe DESI cuenta en su mayoría con indicadores técnicos, por lo que incluir un indicador relacionado con la sostenibilidad y la huella ambiental del uso de las TIC, es un punto más a favor del uso de la digitalización en las empresas. Es importante que las empresas tengan perfiles responsables de hacer un seguimiento de los objetivos ambientales y su relación con las TIC, bien sea porque las TIC mejoran indirectamente estos objetivos o bien porque para conseguir dichos objetivos ambientales, es necesario el uso de las TIC.
Con el informe de la EU sabemos que casi el 30% de las empresas de la EU no tiene un responsable que haga un seguimiento de los objetivos ambientales, este porcentaje varía según el tamaño de la empresa, las empresas micro o pequeñas tienen menor probabilidad de contar con este perfil, con respecto a las medianas o grandes que sí que suelen contar con él .
La gran mayoría de las empresas relacionan el uso de las TIC y la reducción de la huella ambiental. Mayoritariamente identifican posibilidades como el teletrabajo (83%) o reducir los viajes de negocios (78%) y tecnologías como plataformas colaborativas (78%) o cloud computing (70%).
Conclusiones
En la historia del registro, almacenamiento y tratamiento de la información, los recursos naturales han estado tanto en la base como en el fin de sus objetivos. Las primeras civilizaciones como los sumerios ya lo hacían. No podemos desligar una cosa de la otra y por ello la UE ha considerado hacer seguimiento de un indicador que permite relacionar el uso de las TIC con el impacto positivo que puede generar en la sostenibilidad ambiental.
Son múltiples los ejemplos y es necesario que en la medida de lo posible todos los empleados de las empresas tengan en cuenta un criterio medioambiental en su día a día. Pensar de manera general en reducir la huella ambiental, tiene como consecuencia que hagamos un uso eficiente de los recursos y por tanto nos beneficiemos de forma directa o indirecta.
En línea con el compromiso en el desarrollo sostenible y el uso de las TIC, Telefónica dedicó un especial apartado en la presentación sobre su visión para el nuevo ciclo institucional de la EU (2024-2029) con el informe: “EU 2024-2029: Forging a competitive path. Digital by innovation, green by design” y el lema para la transición digital y verde: “digital por innovación, verde por diseño”.
Avancemos en esta línea para conseguir, entre todos, mejoras en la competitividad empresarial y en el cuidado del planeta.