La semana pasada estuve ojeando un estudio realizado por Pedro Gutiérrez y Almudena Martorell sobre uno de los colectivos que habitualmente resultan “invisibles” en las investigaciones sobre comunicación y nuevas tecnologías que es el de las personas con discapacidad intelectual (DI). En esta investigación han participado 156 personas adultas con DI (trabajadores y usuarios de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce en Madrid, España), analizando sus patrones de uso de las TIC.
El dato que más me ha llamado la atención es que un 25% de los participantes que disponen de conexión a Internet en su hogar nunca utiliza Internet. El estudio explica que una de las razones pudiera ser que una proporción apreciable de padres con hijos con DI tienden a manifestar ciertos prejuicios sobre el uso que éstos puedan hacer de Internet.
Aunque no se trata del mismo colectivo, el estudio de Generaciones interactivas estudia el patrón de uso de alumnos matriculados en Primaria, E.S.O. y Bachillerato en España sobre sus patrones de uso de las TIC. Según este estudio, el 70,2% reconoce que ha aprendido él solo a navegar en Internet.
Desafortunadamente, las personas con DI no tienen la ventaja de aprender de forma autodidáctica con lo que la ayuda de padres y profesores es crucial. Ya lo decia Lao-tse “si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar le nutrirás toda la vida”.
Por si ayuda a los padres a perder el miedo a Internet, os dejo un estudio interesante del Foro de generaciones interactivas: “Internet en la vida de nuestros hijos, ¿cómo transformar los riesgos en oportunidades?”
