No importa la edad que tengamos, siempre hay algo nuevo por descubrir, y cada nuevo conocimiento adquirido nos enriquece de maneras inimaginables. Gracias a ese abanico de formación, adquirimos nuevos conocimientos y habilidades que nos mantienen actualizados y apetecibles en el mercado laboral. Nos obliga a tener el compromiso de agregar valor a la organización y a nosotros mismos, trabajando cada día en nuestra mejor versión y apoyando a las generaciones futuras a prepararse para un mundo cada vez más competitivo.
Un cambio de paradigma
Las organizaciones cambian, la tecnología avanza, los clientes son cada vez más exigentes y los colaboradores no nos podemos quedar atrás. Tenemos que transformarnos y atrevernos a impulsar los cambios. Ser el cambio.
Y precisamente en ese viaje del conocimiento, fortalecer nuestras habilidades nos permite lograr la maravillosa unión de roles que agrega valor a la organización y nos da la oportunidad de seguir creciendo. Pertenecí al equipo de procesos y digitalización, hoy soy Scrum Máster, y Arquitecto de Procesos. Mi tarea es ser facilitadora y líder de equipo que se encarga de guiar la implementación efectiva de la metodología Scrum.
Mi misión es que los equipos de trabajo alcancen sus objetivos hasta llegar a la fase de sprint final, eliminando cualquier dificultad que puedan encontrar en el camino. Recientemente me certifiqué como Product Owner y me estoy preparando para formar parte del equipo de auditores del sistema de gestión ambiental.
Adquirir conocimientos ha contribuido a mi crecimiento personal y ha abierto puertas en el ámbito laboral. Aprender algo nuevo mejora nuestras oportunidades y aumenta nuestra satisfacción personal. Si no, fijémonos en Nelson Mandela, quien, a pesar de pasar 27 años en prisión, nunca dejó de aprender y obtuvo su título de derecho por correspondencia.
El poder del aprendizaje
El aprendizaje es una herramienta poderosa que nos permite adaptarnos, crecer y prosperar en un mundo en constante cambio. ¡Nunca es tarde para aprender algo nuevo y seguir avanzando hacia un futuro lleno de posibilidades
Cuando escucho a las generaciones más jóvenes que se preguntan estudiar para que y a las no tan jóvenes creyendo que porque tienen 40, 50 años ya se perdió todo, les dejo un mensaje. El aprendizaje no tiene fecha de caducidad. Cada día es una nueva oportunidad para descubrir algo nuevo, para desafiar nuestras mentes y para crecer como individuos. No importa la edad que tengamos, siempre podemos aprender y mejorar.
Así que, ¿por qué no empezar hoy? La aventura del conocimiento nos espera.