Lourdes Tejedor / @madrid2day
La inversión social de las 100 mayores empresas del mundo superó los 12.200 millones de dólares en 2013, el equivalente al presupuesto anual de Francia para ayuda al desarrollo exterior, según el informe «Unlocking the value of social investment», publicado por KPMG International.
Sin embargo, sólo el 20% informan del impacto de este desembolso en las personas a las que intentan ayudar y lo cuantifican con métricas. Además, el 32% de las compañías hablan de una estrategia de inversión detallada.
De media, estas empresas y sus fundaciones, invirtieron el equivalente al 2,5% de sus beneficios antes de impuestos en programas para abordar retos sociales y ambientales tales como el acceso a la educación, la salud o la atención en los desastres naturales.
Según KPMG, es creciente la presión para que las compañías gestionen estas inversiones de modo similar a las comerciales y que demuestren que generan un retorno aceptable.
El Gobierno de la India ha sido el primero del mundo en pedir a las empresas con un beneficio neto igual o superior a 1 millón de dólares que inviertan el 2% en proyectos de Responsabilidad Social Corporativa, y es posible que otras Administraciones sigan sus pasos.
En lo que se refiere a la acción social, la consultora afirma que, además de beneficiar a la sociedad, crea oportunidades para los negocios, refuerza la licencia social para operar, mejora la reputación, atrae empleados talentosos, aumenta el engagement con la plantilla y puede ayudar a desarrollar nuevos productos y mercados.
En el Informe, KPMG facilita pautas y ejemplos a las compañías para mejorar su acción social y cuantificar su impacto.
