Editor. Community Manager. Telefónica S.A. 
Las consecuencias de la crisis se extenderán en nuestro país en muchos ámbitos durante, al menos, otros cinco años. Así lo determina el estudio elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, un centro privado e independiente promovido por la FAD gracias al apoyo de Banco Santander y Telefónica.
El informe hace hincapié en el contexto económico, el sistema de cuidados en los hogares, las relaciones familiares, valores y TICs y el escenario político para formar el objetivo principal del análisis: señalar las características más destacadas de las relaciones intergeneracionales en los próximos cinco años.
LAS TICs, CLAVES PARA EL EMPLEO
Pese a que se reducirá la brecha digital, el manejo de las tecnologías de la información y comunicación estará estrechamente unido a las posibilidades de gasto e inversión de cada caso particular.
Entre los adultos, aquellos que no actualicen su preparación profesional con el manejo de las TICs quedarán marginados en el sistema de empleo. Los jóvenes españoles harán un uso más amplio de éstas y las situarán en el centro de sus procesos vitales. El impacto de esta dinámica en las familias será ambivalente: por un lado, se podrán favorecer las redes familiares facilitando los contactos; y por el otro, el continuo contacto con la amplia red de iguales hará más volátil la comunicación familiar, sobre todo de los adolescentes.
UN RAYO DE ESPERANZA
Es cierto que las previsiones no son buenas en muchos ámbitos de la sociedad como el empleo, los peligros de exclusión, la desconfianza política o la educación. Pero hay algunos síntomas que indican un poco de optimismo. La familia tendrá un papel fundamental en el sustento y desarrollo de los valores. Estos se podrán ver en la actitud de la sociedad en general y de los jóvenes en especial.
Esta actitud hacia la vida será más independiente y fuerte, ya que aumentará la implicación social, reivindicando soluciones y derechos. Se enfatizará la defensa de la libertad personal, paralela a la desafección frente a la autoridad tradicional como la religión, la política, las normas, etc.
Además, se prevé un avance en la jerarquía de los valores morales, entre los que primarán la tolerancia, el respeto, la honradez y la autenticidad. Todo esto desembocará en una nueva estructura de la solidaridad intergeneracional, dentro y fuera de los hogares.
LOS JÓVENES, PROTAGONISTAS DEL RELEVO GENERACIONAL
La juventud española se verá especialmente afectada, ya que seguirá viviendo serias alteraciones del sistema formativo. Esto implicará un aumento de problemas de inclusión en el, aún, pobre mercado laboral. Esto, unido a las dificultades a la hora de emanciparse supondrá un aumento de la emigración en busca de oportunidades.
En los jóvenes los valores no diferirán de los anteriormente comentados. De hecho, ellos se adaptarán mejor al ‘cambio de época’, adquiriendo unas responsabilidades mayores. Sin embargo, dependerán en gran parte de la generación de mayores de 65 años, que sustentarán los hogares.
Las posibles soluciones evidencian una serie de tareas y decisiones todavía pendientes que implican a la política y a todos los actores sociales, sean de la generación que sean. El futuro apoyo entre ellos dependerá de la responsabilidad que asuman, más allá de sus intereses particulares.
