Volviendo a la pregunta «¿puede ser la RSC una herramienta para la competitividad en tiempos de crisis?», en el dossier de TELOS encuentro este tema desarrollado por Alberto Andreu, Director de Reputación Corporativa, Identidad, y Medio Ambiente de Telefónica, en su artículo “La RSC 2.0. Una herramienta de competitividad para el futuro”. En él, Andreu aboga por vincular la RSC a la búsqueda de nuevos motores de crecimiento, a la reducción de costes, y al incremento de la satisfacción de los clientes.
En lo que se refiere a las oportunidades de crecimiento, menciona varios nichos identificados en el caso del sector de las telecomunicaciones: la salud; la eficiencia energética y el cambio climático; los mayores; la educación; y la discapacidad. Desde luego, los datos que aporta muestran que realmente hay nuevas fuentes de ingresos con impacto positivo en la sociedad.
Lo que aporta de diferente la RSC 2.0 es que propone abordar estos mercados con otros, no en solitario. En compañía de otros significa para Andreu, buscar socios en todas partes, en el mundo de las empresas… pero sobre todo en el tejido socio-institucional que rodea a la empresa. En este sentido habla de hallar “formulas de cocreación” para lanzar negocios conjuntos. «A modo de ejemplo –dice en su artículo-, se trataría de estudiar el lanzamiento de productos y servicios para colectivos de personas en riesgo de exclusión (mayores, personas con discapacidad e inmigrantes) y hacerlo junto con las asociaciones que representan legítimamente a estos colectivos».
