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Telefónica ha contribuido a la elaboración de las Directrices para una Inteligencia Artificial de Confianza. La propuesta realizada por la Comisión Europea es una sugerencia acerca de cómo la IA debe respetar los derechos fundamentales, la regulación aplicable, los valores y principios fundamentales; manteniendo una robustez y solvencia técnica que asegure que no se derivan daños de su utilización. Desde Telefónica, valoramos y agradecemos el compromiso de la Comisión Europea para avanzar en el impacto social de la IA y destacamos algunos puntos clave para la adopción de estas directrices:
Nuestras propuestas
Los siguientes puntos resumen las propuestas más relevantes de Telefónica:
- Inclusividad, efectividad y competitividad: La invitación para seguir estas directrices no debería estar circunscrita a empresas europeas, sino que se debería extender a todas aquellas organizaciones que presenten lazos relevantes con personas, empresas y gobiernos europeos, independientemente de donde radique su domiciliación social. Las directrices deben considerar las realidades regulatorias en otros mercados, de cara a asegurar la competitividad europea, cimentada sobre la habilidad de actuar como un bloque. Por estas razones, es importante que en el caso de que estas directrices lleguen a convertirse en una regulación, no se apliquen solo a empresas europeas, si no a todas aquellas empresas del mundo que tengan clientes europeos.
- Monopolio de los datos: creemos que el acceso a los datos acerca del comportamiento de los consumidores es esencial para el desarrollo y la implementación de la IA. La monopolización de estos datos en las manos de pocas compañías limitará el crecimiento de las soluciones basadas en IA desarrolladas por jugadores alternativos. Esto generará abusos potenciales en los ciudadanos, y una distribución desequilibrada de los beneficios de la IA para la sociedad. Estas situaciones deben ser abordadas controlando la dominancia.
- Confianza y calidad de los modelos de negocio: los modelos de negocio que surgen por la IA deben buscar objetivos éticos. El principio de no agresión debe prevalecer, mientras que la aplicabilidad del “principio de hacer el bien” debe ser revisado, debido a que su aplicación restringiría la capacidad de las empresas para innovar. Las directrices no deberían requerir a otros o a la tecnología hacer el bien, sino no hacer el mal. Además, como el perfilado se utiliza ampliamente y es necesario para la mayoría de las actividades comerciales, el principio de no hacer daño ya se incluye en el mismo. Lo que genera el daño es un mal uso del perfilado, no el perfilado en si.
- Aplicación progresiva e individualizada: las directrices deberían ser aplicadas con distinta intensidad dependiendo del impacto específico en los distintos niveles del sistema de IA (desarrollo, despliegue y uso). De la misma forma que los requisitos de ciberseguirdad son distintos para un sistema de riego que dependa del internet de las cosas y para una planta eléctrica, los principios de IA deberían ser aplicados de forma diferenciada en función de su impacto. Los requisitos para una IA de confianza, y los métodos técnicos para conseguirlo, deben estar adaptados al caso en concreto.
- Consentimiento informado: las directrices consideran el consentimiento informado como un valor ético que protege el derecho fundamental a la dignidad humana. No tiene en cuenta que incluso la RGPD considera cinco bases legales para procesar los datos, además del consentimiento, que no afectan negativamente a la dignidad humana. Recomendamos incluir diferentes ejemplos de como avanzar en los derechos fundamentales, los principios y los valores.
En general, las directrices constituyen una buena aproximación para intentar garantizar que la IA tendrá un uso más positivo que negativo, ya sea de forma intencional o no. Apoyamos esta visión, como se puede comprobar con nuestros Principios de Inteligencia Artificial. Dichos principios buscan la creación de un entorno de confianza para las personas que son parte del ecosistema, regulando como y cuando se desarrolla la IA. Además, en Telefónica también hemos generado una serie de Principios de Negocio Responsable, donde la transparencia y el actuar de acuerdo con estándares éticos innegociables son dos de sus ejes vertebradores.
Descubre nuestra propuesta completa aquí