Es impredecible
Tiene un gran impacto económico.
Una vez pasado, lo analizamos para hacerlo predecible.
El Brexit, la irrupción de la postverdad, el populismo, el COVID, el colapso de la globalización, la guerra de Ucrania, la crisis energética, la inflación, la escasez de semiconductores, … .
En los últimos años, estamos asistiendo a una sucesión de Cisnes Negros que nos causan sorpresa, tienen una gran impacto e intentamos racionalizar.
Pero no todos estos eventos son Cisnes Negros.
La energía ha pasado de representar un 6% del gasto disponible de los hogares a ser un 20% en tan solo unos meses. Los tipos de interés suben rápidamente ante la necesidad de hacer frente a una inflación en niveles no vistos en décadas. La polarización política aumenta en casi todas las democracias liberales del mundo.
En Europa, la diferencia entre que este invierno sea 1,5 grados más o menos frío hace que las estimaciones de inflación sean de un 10% o un 12%. y eso condiciona la velocidad a la que podemos dejar atrás la recesión que acecha al continente.
En los próximos 20 años, las economías de China y la India pasarán a ocupar los primeros puestos a nivel mundial. Los campeones tecnológicos ya no estarán exclusivamente en Silicon Valley. Emergen nuevos gigantes poblacionales. A China, India, Indonesia o Brasil, se le suman países como Nigeria, Pakistán, Rep. Democrática del Congo o Etiopía. Están apareciendo nuevas bacterias resistentes a los antibióticos actuales lo que hace necesario aumentar la investigación en vacunas. La producción de cobre, cobalto, litio o Tierras Raras está todavía más concentrada que la de gas o petróleo. Surge un nuevo modelo económico basado en la «tokenización». El 40% del tráfico de datos ya no es humano.
Y estamos viviendo la mayor revolución tecnológica de la historia de la humanidad.
Es un cambio de era.
Europa tiene un gran desafío y una gran oportunidad.
Un gran desafío porque algunos pilares de nuestro modelo de sociedad son insostenibles. Debemos replantearnos nuestro modelo energético, nuestra dependencia tecnológica, la cadena de suministro de materias primas y alimentos esenciales.
Es una gran oportunidad
Ante un cambio de era donde nos adentramos en terreno desconocido, Europa debe defender su modelo de sociedad. Es el momento de diseñar las líneas maestras de nuestra autonomía estratégica y situar a Europa en el lugar que le corresponde. Es hora de definir nuestra política energética, tecnológica, y de cadena de suministro basada en nuestros valores y donde no dependamos de socios que no garanticen nuestra estabilidad.
No son Cisnes Negros. O no todos. Es un cambio de era. Es el momento de más Europa. Es el momento de definir nuestra autonomía estratégica. Y no debemos tardar en hacerlo.
