Señalado junto a la velocidad como uno de los principales factores para disponer de una óptima conexión, la llegada del 5G supone un gran salto adelante en una conectividad de más calidad en los dispositivos móviles.
Hay que tener claro que el trayecto de una señal entre uno y otro punto siempre requerirá un tiempo, aspecto en el que resulta decisivo el número de elementos que tiene la red para su velocidad de respuesta. Cuanto más etapas, mayor retraso.
En esa carrera por reducir tiempos, el 5G ha supuesto un cambio en la arquitectura de la red y en los protocolos y procedimientos, eliminando pasos intermedios (nodos) en el camino de los datos, de tal manera que esta nueva generación permite que pasen directamente de la estación base al router de salida. A todo ello se une la posibilidad de que dos dispositivos se comuniquen sin necesidad de pasar por una estación base, con el consiguiente ahorro de tiempo.
Cronología
Los números dejan muy claro el camino que el progreso de la digitalización está dando para reducir la latencia.
Con la tecnología 2G, el GSM-GPRS de finales de la década de los 90, “la latencia se ha reducido en un factor de casi 1.000 veces”, explica José Antonio Portilla, catedrático de la Universidad de Alcalá en el Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones, portavoz del COIT (Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación) y director del Observatorio UAH-ISDEFE en TIC y Avance Digital, en el blog ThinkBig.
Hay que tener en cuenta que a finales del siglo pasado (2G-GSM/GPRS), las latencias estaban en 500 milisegundos y 1 segundo, mientras que con el paso a la tecnología 3G-UMTS se pasó a alrededor de 100-300 ms.
El siguiente paso fue el 4G-LE, todavía muy presente, donde la latencia está entre 10 y 100 milisegundos. Unos tiempos que se reducirán con la llegada del 5G hasta un milisegundo, apunta José Antonio Portilla.
Es un caso parecido a lo ocurrido en la conectividad no móvil. Con la llegada de la fibra óptica se ha reducido mucho la latencia que sufrimos con el ADSL, lo que ha supuesto una gran ventaja para los usuarios, en especial, para los aficionados a los esports.
Grandes ventajas
La casi nula latencia que trae el 5G supone a nivel particular el poder disfrutar de películas o videojuegos con una mejor calidad de imagen, mientras que las empresas encontrarán en esta quinta generación un aliado para crear redes privadas con muy baja latencia y aplicaciones como virtualización de redes o dispositivos interconectados.
Esta nueva revolución tecnológica llegará a prácticamente todos los ámbitos y sectores como pueden ser la medicina, el ocio o la automoción. Hablamos de la conexión de un cirujano que opera a distancia gracias a un robot, sin olvidar las ventajas que traerá para los servicios de telediagnosis o la telerehabilitación.
En el campo de la automoción son múltiples las posibilidades que llegan gracias a una baja latencia, como la irrupción del coche conectado (incluso el autónomo), empezando por las ventajas en la ayuda a la conducción y la mejoría en seguridad que eso supondrá.
Sin olvidar el impulso a las ciudades inteligentes, la automatización de los hospitales, las industrias robotizadas o el Internet of Things (IoT).
En definitiva, la baja latencia supondrá que las tecnologías y los sistemas integren cada vez más a los humanos con las máquinas. Significa que los robots reciban instrucciones de manera instantánea y sean mucho más eficaces. Será una gran oportunidad para que la robótica se integre en nuestro día a día.
Y pronto el 6G
La implantación del 5G en España está dando grandes pasos hacia adelante. Un ejemplo de ello es que a finales del primer trimestre de 2021, la compañía Telefónica alcanzó una cobertura 5G del 80% de la población con la instalación de nodos que ofrecen cobertura a más de 37 millones de habitantes y 1.253 municipios de toda España.
Si bien el desarrollo de esta quinta generación no deja de extenderse por toda la geografía española, ya se empieza a hablar del 6G de conectividad móvil, siempre en la búsqueda de reducir aún más la latencia en las conexiones e incrementar notablemente la velocidad de transmisión.
De hecho, Samsung Electronics ya ha mostrado un prototipo de comunicación inalámbrica 6G, para el que ha usado bandas de frecuencias de Terahercios (THZ), que son susceptibles de alcanzar velocidades máximas de hasta 50 veces por encima de la del 5G.
Estas frecuencias permitirán -explica la compañía coreana- reducir la latencia potencial, a tan sólo una décima parte de la que presenta el 5G, lo que supondrá mejorar la experiencia multimedia, la realidad extendida (XR) así como los hologramas móviles.
Al igual que ahora está ocurriendo con el 5G, la sexta generación llevará la experiencia hiperconectada en todos los ámbitos de la vida.
Por su parte, Europa espera iniciar sus primeras conexiones 6G entre los años 2023 y 2024, con la posibilidad de que se pueda comenzar a comercializar a finales de esta década, con la idea de que se trate de una tecnología más orientada a conectar el mundo virtual con el físico.