“La mayoría de las personas con discapacidad en Iberoamérica tienen problemas de acceso a la educación, transportes e infraestructuras, discriminación… Sin trabajo no pueden disponer del sistema de prestaciones. Es fundamental la cohesión social. Deben pasar de ser sujetos pasivos receptores a personas activas productores (que contribuyan en el proceso de producción)”, afirma Ana Mohedano, responsable de programas de servicios sociales de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS). Los datos son abrumadores: apenas el 2% tiene estudios superiores y entre el 80% y el 90% se encuentran en situación de desempleo.
Como solución para este problema, la OISS ha presentado en su sede de Madrid un nuevo proyecto: la creación de una “Red Iberoamericana de Empresas Inclusivas”. En él, se busca la participación de las empresas comprometidas con la igualdad que operan en Iberoamérica y se pretende la creación de un espacio de intercambio de ideas y actuaciones que puedan ser aplicadas que favorezcan la accesibilidad de las personas con discapacidad al ámbito laboral.
El objetivo principal es promover la contratación y el desarrollo profesional de personas con discapacidad e incentivar a las empresas a apostar por la diversidad y la inclusión laboral a través de una red de expertos en integración de personas con discapacidad. Para una mayor velocidad en el proceso de inclusión es conveniente crear estos espacios que permitan la interconexión de empresas con más experiencia y de empresas que necesitan mejorar.
Sin duda, para que esta idea consiga un impacto real, es fundamental la participación del sector privado: “Sin empresas sería imposible la inclusión social” sostenía Laura Oroz, jefa de unidad de apoyo de la Dirección de Cooperación con América Latina y el Caribe, Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
La cantidad de prejuicios y estereotipos sobre las personas con discapacidad es abrumadora y en muchas ocasiones no se pone en valor la importancia de integrar personas con discapacidad en el equipo de trabajo con plantillas más diversas viéndolos como una oportunidad de aportar valor adicional en lugar de parecer un obstáculo.
¿CÓMO SE VA A DESARROLLAR ESTA INICIATIVA?
El proceso de implementación será por fases:
1ª Fase: Difusión de la iniciativa: es necesario dar a conocer el proyecto e informar a las empresas que quieran sumarse sobre cuáles serán las implicaciones necesarias para formar parte de este proyecto, cuál es la finalidad y los compromisos.
2ª Fase: Formalización de la adhesión, prevista para el 31 Enero del año 2016, de momento, no hay requisitos para apoyar la red, sólo la voluntad.
3ª Fase: celebración del III foro de empresas inclusivas con las empresas adheridas a la Red, como inicio del intercambio de ideas y conclusiones obtenidas a través de los éxitos de las acciones implementadas.
“La formación empresarial es clave para saber qué medidas tienen éxito y cuáles fracasan para aprovecharse de las experiencias de todos” afirmaba rotundamente Ana Mohedano.
ACTUACIONES DE LA RED
- Promover el intercambio de políticas y desarrollar productos conjuntos y servicios para empresas que facilite la contratación.
- Reforzar a nivel nacional las empresas inclusivas, creando una gran red interconectada con diferentes marcos de actuación. Además análisis por países (Redes Nacionales) para saber las medidas que se están llevando a cabo y están funcionando.
- Reconocer a las empresas promoviendo visibilizar su valor, se propone incluso crear a largo plazo un sello de “empresa Inclusiva”.
- Trabajar con las administraciones públicas para así estar actualizados con normativas regulatorias, incentivos o bonificaciones que puedan ser desarrollados e implantados en otros países.
Actualmente, ya existe un foro de empresas llamado “Iberoamérica incluye”, pero la creación de una red iberoamericana de empresas inclusivas permitirá un “trabajo más constante y continuo” y un intercambio de buenas prácticas y compromisos que defiendan la inserción mucho más dinámico.
La OISS es un organismo internacional que tiene como finalidad promover el bienestar económico y social en Iberoamérica, mediante la coordinación y el intercambio de experiencias. Está formada por 164 instituciones miembros y está presente en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Uruguay y Venezuela.
