Hong Kong encabeza la lista con una productividad energética de 456 millones de euros de PIB por hexajulio consumido. Cuba es segunda, con 365 mil millones de euros de PIB por hexajulio. Colombia, Singapur y Suiza componen los cinco primeros.
La publicación señala que la actual tasa de mejora (1,3% al año) es demasiado lenta para mantener el ritmo de la creciente demanda de energía. Aproximadamente, el 98% de la energía es desperdiciada y sólo con un modesto aumento en el rendimiento energético se impulsaría la economía, se crearían empleos y se contribuiría a salvar el medio ambiente. Este progreso tendrá que nacer de la imposición de mejoras en los edificios y del uso de la tecnología disponible hoy en día, tales como dispositivos de ahorro energético o Smart meters, iluminación LED y aislamiento, gracias a los cuales los hogares europeos podrían reducir sus facturas de energía en un tercio.
Por otra parte, Europa podría doblar su índice anual de productividad energética del 1,5% al 3% para el año 2030, adoptando estas tecnologías en construcciones, agricultura, transporte e industria. En la UE supondría 1,2 millones de empleos en cinco años, un aumento del 1,1% del PIB y una reducción del consumo energético de un 35%.
La iluminación LED jugará un papel fundamental en el desarrollo económico de los países, ya que gracias a ella se puede mejorar la eficiencia energética de un hogar medio en un 500%.
Los políticos deberían imponer objetivos y leyes más ambiciosas para fomentar la rápida adopción de las tecnologías que posibiliten una mayor eficiencia de la energía, ya que duplicando su productividad se podrían crear más de 6 millones de empleos a nivel mundial para 2020 y reducir la factura global de combustibles fósiles en más de 2 billones de euros para el año 2030.
Esta infografía muestra los puntos clave del informe.