La educación posee un extraordinario poder transformador en la sociedad, y es una de las palancas clave en el cambio social hacia un mundo mejor. Gracias a la trayectoria casi centenaria de Telefónica, y a su implicación en este pilar fundamental para el desarrollo de los países, se puede decir que el futuro de la educación es digital.
La tecnología ha vivido un importante despliegue en los últimos años en ámbitos como el laboral, el cultural, o el personal, y sectores como la industria, la medicina o el turismo. Este despliegue se ha acelerado por la pandemia de la Covid-19. Por eso se hace tan necesaria la rápida adopción de una serie de habilidades, que ayuden a hacer frente a la constante revolución tecnológica que mueve el mundo, para que nadie se quede atrás.
Desde la Unión Europea se trabaja en la orientación de los sistemas educativos de sus Estados Miembro hacia la adopción de una serie de competencias clave en el ámbito educativo, que permitan a la ciudadanía alcanzar “un pleno desarrollo personal, social y profesional que se ajuste a las demandas de un mundo globalizado y haga posible el desarrollo económico, vinculado al conocimiento”, tal y como señala el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Entre las distintas habilidades que el organismo europeo quiere potenciar, se encuentra la Competencia Digital que implica “el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad”.
Estas políticas formativas se ven apoyadas por programas lanzados desde otros organismos como la Organización Mundial de la Salud, OMS, que en 2015 estableció los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, para que “los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos” El cuarto de esos objetivos se centra en la necesidad de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, un aspecto en el que Telefónica está comprometida a través de sus estrategias como negocio responsable.
De igual manera, estos organismos internacionales impulsan la promoción de oportunidades de aprendizaje que acompañen a las personas durante toda su vida, con el objetivo de adaptarse siempre a un mundo en constante cambio. La educación es una fuente de oportunidades laborales para jóvenes y adultos.
De calidad y accesible
En su misión de mejorar la vida de las personas, para Telefónica la educación también es clave para reducir la brecha social que existe hoy. Así, desde 2016 Fundación Telefónica, junto con Fundación la Caixa, ha beneficiado a cerca de 20 millones de niños en zonas vulnerables del planeta, y ha formado a cerca de 915.000 docentes en 40 países, a través del programa ProFuturo.
Este programa se centra en potenciar el desarrollo de competencia digitales para la vida y el aprendizaje que permitan a los docentes, estudiantes y directores de escuela afrontar los retos de la sociedad actual. El objetivo de ProFuturo para 2025 es mejorar la enseñanza de 30 millones de niños.
Porque para que la educación actúe como motor de cambio debe ser de calidad y accesible. Así, la transformación tecnológica de la enseñanza se ha convertido en la llave para alcanzar el acceso a los conocimientos necesarios para la adaptación de las sociedades a un mundo cada vez más conectado, en especial los entornos vulnerables.
Formación de valor
Otro de los objetivos que Telefónica mantiene es asegurar también el acceso igualitario a una formación técnica, profesional y superior de calidad, y aumentar el número de personas con competencias para acceder a un empleo de calidad y al emprendimiento.
A través de sus plataformas formativas Conecta Empleo y sus Lanzaderas, Conecta Educación, Miríadax, Telefónica Educación Digital -TED-, y Campus 42, ha permitido que más de 6,5 millones de alumnos hayan aprendido sobre distintas temáticas través de sus MOOCs, o que más de 1 millón de personas se hayan formado para mejorar su empleabilidad.
En este sentido, Telefónica innova constantemente en tecnologías que actúen como aceleradoras transversales de la educación en todos sus niveles: alumnos, docentes, familias, entidades. También trabaja para que esas mismas tecnologías estén al servicio de la educación, y que éstas sean habilitadores educativos, fomentando su adopción digital en la sociedad.
Beneficios sin barreras
Son múltiples los beneficios de la educación digital. Desde desarrollar las habilidades necesarias para adaptarse con éxito a las nuevas tecnologías en un mundo cada vez más conectado, hasta fomentar habilidades transversales como el conocimiento de nuevos lenguajes de comunicación, la creatividad o el acceso a distintas fuentes de información.
Además, ofrece formas creativas de aprendizaje, impulsa la curiosidad y el trabajo colaborativo. Es un modelo personalizable que permite una formación continua durante todas las etapas formativas, es flexible y accesible en cualquier momento y en cualquier lugar, llegando a entornos vulnerables.