El agua es un elemento esencial para la vida y la civilización humana. Sin ella el progreso de las sociedades no es posible. Sin embargo, el cuidado del agua debe transformarse hacia la digitalización para atender el cuidado de todos los ecosistemas, incluidas las aguas subterráneas debido al papel tan importante que tienen.
Tal y como recuerda Naciones Unidas, vivimos una crisis mundial del agua y debemos buscar soluciones para alcanzar, antes de 2030, el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 que hace referencia al saneamiento del agua para todos. Este organismo subraya que casi la totalidad del agua dulce que se consume en el mundo es agua subterránea, y en concreto cerca del 40% del consumo para regadío proviene de acuíferos.
Por ello, sin una gestión eficiente poco se puede hacer para garantizar un correcto suministro que llegue a todos. Por ejemplo, uno de los problemas más graves son las fugas en las redes de suministro, ya que suponen una pérdida de agua que debe solucionarse. Si durante su almacenamiento o distribución se pierde un alto porcentaje, estaremos frente a un problema altamente evitable y un desgaste de agua difícilmente recuperable.
El futuro del agua es digital
La digitalización es clave para mejorar la gestión del agua. Para alcanzar esta transformación en España, desde el Gobierno se ha impulsado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE). El objetivo de dicho plan es transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua, tanto para el consumo urbano, como para el riego y los usos industriales, y que se va a desarrollar entre 2022 y 2026. Este proyecto quiere promover la colaboración público-privada, e incluye acciones como un plan de formación en TIC, la creación de un banco de datos compartido, la incorporación de tecnologías como Big Data y analítica avanzada de datos para la gestión, planificación y toma de decisiones de la propia gestión.
Desde el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, MITECO, también se va a ampliar el uso de recursos digitales como imágenes captadas desde drones y satélites, y la promoción de contadores inteligentes acompañado de un plan de ciberseguridad.
Así, el Canal de Isabel II ya planea un despliegue masivo de 650.000 contadores de agua con comunicación integrada Narrow Band IoT, NBIoT, para los próximos tres años, y Telefónica Tech, junto a Contazara, primer fabricante de contadores electrónicos español, se encargará del suministro y del servicio de comunicaciones de este proyecto desplegando, en una primera fase de arranque, 130.000 contadores inteligentes para la empresa pública.
El Canal de Isabel II busca optimizar el servicio de abastecimiento de agua, protegiendo el recurso hídrico frente a consumos no eficientes, y ofrecer un mejor servicio a sus clientes. Con este tipo de contadores los datos de consumo se recogen de manera remota y automática. Aplicando la Inteligencia Artificial se puede hacer un mantenimiento predictivo para mejorar aspectos como la detección temprana de fugas o los consumos no autorizados.
Según estudios de Telefónica Tech, el uso de sistemas de medición inteligente reduce en un 40% las fugas de agua, rebaja en un 20% los costes de operación y mantenimiento, y mejora hasta en un 60% los índices de satisfacción del cliente.
Eficiencia y productividad
Otro ejemplo es el trabajo de llevado a cabo por la empresa Ecolab y su plataforma ECOLAB3D. Su objetivo es el de impulsar la gestión eficiente y adecuada del agua, en especial en el sector agroalimentario e industrial. Hay que tener en cuenta que consumen el 90 % del líquido disponible, por lo que es fundamental garantizar que se puede renovar a un ritmo adecuado.
Esta empresa también propone una solución digital que incorpora IA, IoT y analítica avanzada para analizar las diferentes fuentes que utiliza una instalación y reducir el coste operativo que supone el agua. Así, se garantiza su ahorro, pero sin contribuir a un mayor gasto energético. Se consigue una mayor eficiencia y productividad.
Innovaciones adaptadas al campo
Teniendo en cuenta el consumo que efectúa la industria agroalimentaria, no es extraño pensar que las innovaciones para el manejo del agua surjan en el campo. Así ocurre en el Programa Minerva desarrollado en Andalucía, ampara a diferentes startups, las cuales se centran en desarrollar nuevas soluciones.
Desde el control del riego hasta la detección de la humedad o los sistemas de depuración de aguas residuales son algunos ejemplos de proyectos puestos en marcha. Estos emprendedores tienen un gran peso a la hora de desarrollar las soluciones ya que son capaces de combinar mejoras en el consumo hídrico y el bienestar de los cultivos.
La automatización del riego es una de las claves a tener en cuenta. Al utilizar tecnologías de la información, las gestiones se llevan a cabo en tiempo real por una IA. Así, se facilita el riego y se optimiza, reduciendo el error humano, y los agricultores tienen una orientación continua a través de la información que obtienen en sus dispositivos.
En definitiva, la tecnología está trabajando firmemente en el cuidado del agua. Las soluciones que se están proponiendo consiguen optimizar su consumo de manera eficiente, evitando que se desperdicie de manera innecesaria y que llegue a donde sea necesaria. La digitalización contribuye en mejorar las condiciones del uso de este líquido vital en todo el planeta.