Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la Unión Europea celebra la EU Green Week para avanzar y reforzar su compromiso de cumplir los objetivos marcados en el Pacto Verde. Este año el evento lleva por título «Make it Real», dibujando tres líneas de acción principales: economía circular, contaminación y biodiversidad. Además de estos temas, la edición de este año ha estado inevitablemente condicionada por las actuales tensiones geopolíticas, siendo la transición energética un tema clave del debate.
La perturbación que esta situación ha provocado, no sólo en el mercado energético sino en toda la economía europea, ha acentuado la necesidad de adoptar un nuevo marco que fomente la transición a una economía cero-neta, al tiempo que aumenta la autonomía estratégica de Europa. En general, la UE está atravesando un periodo de profundos cambios. La transición digital, verde y energética parecen estar en el centro de la transformación de Europa, mejorando la sostenibilidad, la resiliencia y la competitividad de nuestras economías. Sin embargo, para que esto ocurra, es necesario que se aprovechen las sinergias entre ellas.
La transición gemela como motor de la transición energética europea
Al concebir el Pacto Verde, la transición energética se incluyó como un componente clave en la consecución de los objetivos sostenibles. Aunque esto se mantiene, las tensiones geopolíticas han introducido un nuevo significado a esta transición, convirtiéndose en una de las principales prioridades de la UE. En este sentido, la Comisión Europea presentó el mes pasado el plan REpowerEU para acelerar esta transformación y reducir la dependencia europea de los combustibles fósiles rusos.
» No hay transición energética sin digitalización.»
José María Álvarez-Pallete
Las tecnologías digitales tienen la capacidad de aumentar la eficiencia energética y la producción de renovables de Europa, impulsando de este modo la transición verde. Por ejemplo, la digitalización puede mejorar significativamente el diseño y el rendimiento de los sistemas de energías renovables, lo que se traduce en menores costes y plazos de construcción más cortos. Además, nuevas tecnologías como sensores e inteligencia artificial pueden aumentar la eficiencia limitando el consumo a la cantidad necesaria u optimizando los procesos que requieren mucha energía.
En Telefónica, apoyamos una transición energética digital-verde, mejorando nuestra eficiencia energética e incrementando el consumo de renovables. No sólo hemos puesto en marcha 188 iniciativas de eficiencia energética, sino que también estamos ayudando a industrias y edificios a disminuir su consumo a través nuestros servicios digitales, evitando más de 9,5 millones de tCO₂e. Además, Telefónica y Repsol han creado una Joint Venture para aumentar la producción de renovables, personalizando su servicio para cada cliente en función de sus hábitos de consumo y buscando maximizar el ahorro energético.
Es esencial impulsar la transición gemela
Necesitamos una transformación profunda de nuestro sistema económico, potenciando modelos de negocio que integren la dimensión digital y verde. En 2021, la UE puso en marcha la Regulación de Taxonomía para canalizar el capital privado hacia actividades que cumplan con los criterios ESG (medioambiente, sociedad y gobernanza). Hasta la fecha, la Regulación de Taxonomía ha avanzado hacia el desarrollo sostenible, prestando especial atención a las actividades de mitigación y adaptación. Sin embargo, esta regulación no reconoce del todo el efecto habilitador de las tecnologías digitales en la sostenibilidad, incluyendo la dimensión energética. Para ello, iniciativas como la Coalición Digital Verde Europea están desarrollando un estándar de medición del efecto habilitador de la digitalización para así elevar la Transición Gemela.
Europa está en la posición idónea para convertirse en un líder digital y verde; sin embargo, necesita un marco regulatorio que fomente la Transición Gemela, así como las oportunidades que esta brinda a la transición energética. Los responsables políticos deben establecer directrices claras para lograr una transformación digital, verde y energética, promoviendo un enfoque unificado y armonizando la normativa actual y futura con los objetivos de la UE.
En el momento que vive la UE, las tres transiciones no pueden concebirse por separado. La transformación digital, verde y energética de Europa debe seguir el mismo camino, impulsando la transformación de nuestras economías y sociedades. Todavía queda un largo camino por recorrer para «hacerlo realidad». Si queremos llegar a la meta, debemos caminar juntos, y la digitalización es la pieza central que puede hacer que todo funcione.