Ante cualquier revés de la vida tienes dos opciones: lamentarte a diario o asumirlo y tirar hacia adelante. Esto es lo que pensó una joven catalana cuando a los 17 años le diagnosticaron Esclerosis Múltiple (EM). Siete años después, en concreto el lunes 18 de julio a las 11:30 h, envió este mensaje: «Kilimanjaro coronado!!!!». Ella asumió su enfermedad y tiró hacia adelante, vaya que si lo hizo.
Esta joven es Inés Grau, la única española y la más joven del equipo liderado por la escaladora americana Lori Schneider, que consiguió llegar a la cumbre del techo de África en la expedición. Schneider abrió el camino con su ejemplo hace unos años cuando se convirtió en la primera persona con EM en alcanzar la cima del monte Everest.
El grupo que ahora ha llegado al Kilimanjaro está formado por 20 personas de las cuales 10 tienen Esclerosis Múltiple y 4 Parkinson (el equipo estaba formado por 29 personas e hicieron cumbre 20). El mensaje de superación de las dificultades y el desafío que supone enfrentarse a lo desconocido se repite.
¿Cómo se escalan 5.892 metros con una enfermedad? “Hay días difíciles”, dice Inés. El tratamiento que tiene que seguir le recuerda semanalmente que tiene Esclerosis Múltiple. “Cada mañana me enfrento al miedo de no saber si hoy, un día más, podré poner un pie en el suelo y al lado el otro para seguir caminando”. Esta incertidumbre cree que le acompañará siempre, pero la lucha contra ella también.
Ahora sabe que tiene la oportunidad de vivir la vida de una forma diferente, con otro tipo de sentimientos que la hacen más completa e intensa. Por eso no dudó ni un segundo en aceptar el reto de subir el Kilimanjaro. La aventura ha merecido la pena: sensación de irrealidad y de emociones encontradas, miedo a no poder llegar y felicidad al conseguirlo. “Hubo un momento en el que pensé abandonar, he llegado al límite de mis fuerzas”, dice Inés.
¡Enhorabuena a todo el equipo!
