El martes 23 de marzo se celebraba en la Universidad Complutense de Madrid la jornada “La gestión de la reputación corporativa ante los nuevos medios sociales”. De lo dicho en ella, se me quedó especialmente grabado que Internet nos permite co-crear nuestra reputación. Lo dijo Cristina Aced, periodista y consultora en comunicación corporativa.
Pero ésta no fue la única idea que anoté con entusiasmo. Me quedé con numerosas aportaciones –algunas de ellas las trato, modestamente, de plasmar en estas líneas- de los demás ponentes de la mesa “La comunicación corporativa 2.0: retos y tendencias»: Iván Pino Zas, director de comunicación on line de Llorente & Cuenca; José Alias, jefe de sección RSC de la agencia de noticias Servimedia y Pere Rosales, Consejero Delegado de Íncipy. Os animo a que veáis las presentaciones de todos ellos en la web del Foro de Reputación Corporativa, que organizaba la jornada.
La reputación corporativa es la suma de la reputación on line y la off line, se comentó en la mesa. ¿Qué hacer con Internet para aprovechar al máximo esa oportunidad de co-creación? Hay que “monitorizar la Red” para escuchar lo que se dice de nosotros y de nuestros competidores porque esto es esencial para GESTIONAR la reputación. En Internet podremos encontrar información muy útil: podemos ver de qué se quejan los clientes, qué les gusta, qué necesitan (¿qué necesitan=oportunidades de negocio?)…
Además de escuchar, podemos tratar de establecer un diálogo, conversar. Para ello hay que tener en cuenta que la transparencia es esencial. Lo mismo que el rigor y la veracidad, valores fundamentales en la vida en general, y más incluso en Internet. Todo ello es la base para generar confianza en la gente (sin confianza no es posible tener una buena reputación).
Los ponentes coincidieron en que el contenido que aportemos para informar y conversar es clave. A la hora de generarlo, es necesario adaptarse al medio, Internet, donde lo importante son las personas (en la Red los mensajes corporativos, de las empresas, difícilmente captan la atención de la gente; lo que triunfa es el contenido generado por personas, con nombre y apellidos); el lenguaje es más informal…
Necesitaremos una estrategia porque no hay recetas. Pensar en los contenidos y en cómo queremos difundirlos (blog, Twitter, Facebook…). Hay que estar en Internet –lo dicen todos los expertos-, pero cada empresa tiene que definir la estrategia que más le convenga teniendo en cuenta que lo que haga puede influir en la reputación corporativa. Estar por estar es tontería y en este caso más porque no atender los canales on line da muy mala imagen. Si pensamos en el objetivo: co-crear nuestra reputación, caminaremos con pasos más firmes.