«Al no poder oír, son muy buenos observadores: pueden leer muy bien los mapas, o recuerdan muy bien calles y edificios». Esto es lo que dice el fundador y director Mirakle Couriers @miraklecouriers), una empresa india de paquetería creada en 2009 y que sólo emplea a personas sordas.
Ana Gabriela Rojas cuenta en el diario «El País» la historia de esta empresa que tras dos años y medio de existencia, ha logrado ser sostenible y espera tener ganancias muy pronto. Ha crecido exponencialmente: empezó con dos empleados y ahora tiene casi 50. Antes se limitaban a algunas partes de la metrópoli india; ahora la cubren toda, dice su fundador.
Cuando los repartidores -todos hombres- están ya en ruta y tienen algún problema o duda con la dirección, usan los mensajes de móviles, «una de las formas de comunicación favorita de los sordos». En las dos oficinas que tienen en Bombay, las mujeres organizan las rutas y planean los repartos.
El treintañero Dhruv Lakra, que trabajó un tiempo en un banco de inversión, siempre quiso dedicarse a un trabajo social, pero con un negocio que fuera competitivo. «No nos vemos como una organización de beneficencia, sino que les estamos dando las armas para que por ellos mismos salgan adelante. Los empleados, en lugar de ser dependientes de su familia, ahora son ya los proveedores», explica. Por eso ganaron en 2010 el premio nacional de potenciación de gente con discapacidades. Este modelo de negocio se podría aplicar en cualquier ciudad del mundo, dice Lakra.