Por otro lado, pensad que actualmente en el mundo que vivimos, y que aún nos quedan algunos años por vivir, cohabitamos juntos inmigrantes y nativos, con todo lo que ello conlleva. Por ejemplo, y sin enrollarme demasiado; puedes encontrar una empresa que quiere vender sus productos en internet y está dirigida por inmigrantes digitales y probablemente su público objetivo sea un nativo digital… ¡¡¡o al revés!!!
Por eso, hay que entender bien ambos perfiles para poder llegar al objetivo de manera exitosa.
Pero vamos al lío, os voy a dar las características generales de ambos perfiles:
El nativo digital
El término “nativo digital” lo acuñó Marc Prensky para referirse a la generación nacida dentro del mundo en el que la mensajería instantánea, los smartphones, Twitter, WhatsApp, etc., son elementos cotidianos y nada novedosos.
No tienen ninguna confianza en los medios de comunicación masivos y basan mucho más sus decisiones en lo que les dicen sus pares , llevando al máximo el concepto Peer-to-Peer (red entre pares o red de igual a igual) Las marcas están perdiendo terreno en cuanto a la credibilidad de sus mensajes, dado que las nuevas generaciones confían más en su iguales a la hora de valorar la adquisición de productos y servicios.
La tecnología impregna totalmente sus vidas y están perfectamente adaptados a las tres pantallas: el móvil, el ordenador portátil y, por último, la televisión.
Están siempre conectados y, normalmente, a más de un dispositivo, por lo que su atención se dispersa y es más difícil de captar. Por este motivo, cada vez es más importante en la publicidad entender el denominado efecto “second screen”(segunda pantalla) La generación Z y los millennials ven la televisión, chatean y buscan información en internet de manera concurrente. Captar su atención con la publicidad es cada vez más complicado. Valoran mucho su tiempo y se consideran el centro del sistema: ellos deciden cuándo y cómo consumen.
Una vez dicho todo esto, os puedo asegurar que en mi casa tengo varios de estos nativos… y parece que la descripción está hecha para ellos, sin embargo, si tú tienes un nativo en casa, seguro que estás de acuerdo conmigo. Pero no es que sean todos iguales, como pretendemos explicar «las madres», ni es la edad del pavo, como decía mi madre. Es una nueva filosofía de vida a la que, nos guste o no, los que no somos nativos, o entramos o nos descolgaremos de la realidad, tarde o temprano.
Inmigrante digital
Frente a los nativos digitales se sitúan los inmigrantes digitales. Proceden de una cultura analógica o cuasi-analógica que implica un comportamiento más a la antigua usanza, la tecnología no aparece como primera opción para su vida diaria.
Podemos ver así que en estos tiempos conviven como protagonistas dos tipos totalmente diferentes de sujetos. Cuando se trata de industrias y formatos, quienes están a cargo no son los productores ni los consumidores actuales, ni mucho menos los que predominarán dentro de dos décadas. Se trata de personas de entre 35 y 55 años que no son nativos digitales: son los inmigrantes digitales.
Los consumidores y próximos productores de casi todo lo que existe (y existirá) son los nativos digitales y, entre ambos cortes generacionales, las distancias son infinitas y las posibilidades de comunicación, especialmente entre empresas y consumidores, requieren un esfuerzo adicional para conocer en profundidad el perfil de estos consumidores.
Comparto con vosotros una tabla donde con una visual rápida, podemos comprender las diferencias fundamentales: