Para los directivos de las compañías, la sostenibilidad se está convirtiendo en una parte más estratégica e integral de sus negocios, según dicen en una encuesta de McKinsey. Los 3.344 ejecutivos que han participado dan tres razones para ello: el alineamiento con los objetivos del negocio, la misión, la visión y los valores (43% de los encuestados, frente al 30% del estudio anterior); la reputación, que como en años anteriores sigue siendo una causa fundamental (36% y 35%, respectivamente), y la reducción de costes (26% y 36%).
Ahora bien, sigue habiendo importantes desafíos para poner en práctica dicha sostenibilidad. En concreto, los encuestados citan la ausencia de incentivos y la presión de los resultados a corto plazo, en contradicción con la naturaleza a largo plazo de estos temas.
EL VALOR DE LA REPUTACIÓN
En relación a las actividades relacionadas con la sostenibilidad que están realizando las empresas, los directivos se refieren, sobre todo, a la reducción de la energía y los residuos en sus operaciones (64% y 59%) y a la gestión de la reputación corporativa (59%). Este último es identificado como clave y el que más potencial tiene para crear valor para sus negocios en los próximos cinco años.
No obstante, hay una falta de claridad en relación a su gestión, frente a otras actividades mucho mejor definidas, como por ejemplo la llegada a nuevos mercados con productos sostenibles, y cada sector entiende y valora la reputación de forma muy diferente. Cuando la consultora preguntó a los ejecutivos qué acciones están llevando a cabo en este sentido, por lo general, respondieron que comunicar sus actividades a los consumidores y mantener las relaciones con los stakeholders. Les siguen implementar políticas sobre temas éticos o prácticas de negocio y el reporting.
DE CARA AL FUTURO
Para avanzar, McKinsey recomienda tres líneas de acción:
- Extender el ciclo de vida de los productos: la firma ve un enorme valor potencial en la mejor del diseño y la optimización delos productos para múltiples ciclos de desmontaje y reutilización. Las empresas orientadas hacia el futuro deben comenzar a invertir en la «circularidad» de sus productos, en beneficio de la sociedad y de su bottom line. Sólo en materiales, las empresas podrían ahorrar más de 1 billón de dólares ($1 trillion) al año.
- Aprovechar más la tecnología: en un mundo de recursos limitados, la tecnología puede ayudar a capturar valor. Sin embargo, por ejemplo, sólo el 36% de los encuestados dice que sus compañías integran totalmente o de modo mayoritario la sostenibilidad en sus datos y en su trabajo de análisis.
- Afinar la estrategia: puesto que la sostenibilidad es más relevante para los negocios, internamente las empresas deberían alinearse con las medidas que quieren poner en práctica. La firma recomienda definir no más de 5 prioridades claras como uno de los factores clave para el éxito de los programas de sostenibilidad.
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