A lo largo de la historia de la humanidad podemos contar hasta cuatro revoluciones industriales. Actualmente, nos encontramos en la llamada Industria 4.0, caracterizada por los procesos automatizados y el uso cada vez más frecuente de máquinas inteligentes. Pero poco a poco, la ‘Industria 5.0’ se va tornando una realidad cada vez más palpable.
¿Qué es la Industria 5.0 y en qué se diferencia de la Industria 4.0?, ¿Cuáles serán los beneficios para el trabajador y el empresario?
Pero ¿qué es la Industria 5.0?
La ‘Industria 5.0’ supone la que será la próxima revolución industrial. En ella, las personas colaboran de manera estrecha, cotidiana y eficiente con la inteligencia artificial. En la actualidad, nos encontramos inmersos en el paso anterior, la llamada ‘Industria 4.0’. Este escalón pertenece a la relación entre el factor humano y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los procesos de producción.
¿Cuál es la diferencia entre Industria 4.0 e Industria 5.0?
Aunque las dos hacen uso de la inteligencia artificial para optimizar y convertir la industria mundial en un área más eficiente, la Industria 5.0 se preocupa aún más del factor sostenibilidad y de la personalización de la producción, es decir, generar, exactamente, lo que demanda la población y reducir los excedentes que pueden llegar a ocasionar problemas para el medioambiente.
¿Cuáles son las características clave de la Industria 5.0?
Una de las características clave de la Industria 5.0 es la colaboración estrecha entre las personas y las máquinas de inteligencia artificial: esta es la característica clave de la Industria 5.0. En esta evolución, las máquinas no reemplazan a los seres humanos, complementan sus habilidades para lograr que sean más eficientes, logren detectar aún mejor las necesidades de la sociedad y personalicen, de este modo, la producción para evitar excedentes que ponen en peligro el ecosistema planetario.
Asimismo, la Industria 5.0 encuentra en el Internet de las Cosas a un aliado importante: las máquinas podrán comunicarse entre sí para intercambiar datos en tiempo real y ser más eficientes y sostenibles. Durante este intercambio de información se podrán detectar irregularidades en la cadena de producción y, de este modo, implementar a posteriori estrategias para hacer un uso más eficiente de la energía. ¿Una fábrica hace un mal empleo de la iluminación, la climatización, es incapaz de identificar cuáles de sus equipos abusan del consumo energético? El IoT y el Big Data son esenciales para convertir a las fábricas en lugares inteligentes.
¿Cuáles son los beneficios de la Industria 5.0?
Beneficios para el trabajador
El informe de la Comisión Europea titulado ‘Industria 5.0: hacia una industria europea resiliente, centrada en el ser humano y sostenible’ resalta, desde su propio título, la importancia de las personas en las fábricas inteligentes: “Un requisito previo valioso para la Industria 5.0 es que la tecnología sirva a las personas en lugar de que las personas se adapten continuamente a la tecnología en constante evolución”.
El informe cita el proyecto de investigación Factory2Fit, centrado en desarrollar planes para mejorar la salud y el bienestar de los trabajadores. Una de estas estrategias ha consistido en la creación de una ‘fábrica virtual’ en la que los empleados proporcionan información personal y participan en sesiones en las que se identifican las posibles áreas de mejora y cómo implementar soluciones que mejoren su calidad en el trabajo.
Beneficios para la industria
Varios son los beneficios de la Industria 5.0 que destaca el informe de la UE para la empresa, pero destaca tres por encima de otros: la retención de más y mejor talento humano, ahorro de energía y un aumento de la resiliencia. Además, existe un beneficio global a largo plazo, incluso el más importante de todos: competitividad y relevancia gracia a la adaptación industrial a los nuevos mercados y a un mundo en constante cambio.
En el primer caso, la atracción y retención de talento, vemos también uno de los principales desafíos de la Industria 5.0. Los millennials y nativos digitales, que para el 2025 compondrá el 75 % de la fuerza laboral, poseen preferencias y motivaciones muy distintas a las de las anteriores generaciones. Por ejemplo, un alto porcentaje de ellos considera como muy valioso la responsabilidad social y el compromiso con el medioambiente de una empresa antes de trabajar con ellas.
Para que una empresa adopte los valores necesarios para atraer a esta gran masa trabajadora especializada no solo debe reajustar sus procesos de producción, sino, también, iniciar proyectos alternativos a su actividad, como programas de voluntariado social o actividades que ayuden a la comunidad local.
En definitiva, la Industria 5.0 supone un salto de gigante con respecto a la Industria 4.0, el afianzamiento de un modelo de producción personalizado, sostenible y eficiente en el que salimos ganando todos.