¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
Me incorporé a Telefónica a finales del año 2021. Estoy en esta empresa desde hace tres años ya. Mi valoración es muy positiva. La incorporación es difícil porque es una empresa muy compleja y grande y hacerte una idea clara del negocio, de los principales problemas y preocupaciones y conocer bien a los equipos no es una tarea sencilla para alguien que viene de fuera. Máxime cuando hay mucha gente en la compañía que lleva trabajando aquí desde hace mucho tiempo y la conoce muy bien. Hay que invertir un tiempo en comprenderlo todo y tener paciencia para hacerlo. No obstante, tuve la suerte de incorporarme con un equipo de regulación formado por gente con mucho conocimiento y experiencia, que me hizo la vida muy fácil y tuvo la amabilidad de dedicar parte de su tiempo a explicarme todo con paciencia. Por eso, aunque los comienzos fueron un poco difíciles, la valoración que hago actualmente es extremadamente positiva. Telefónica es una empresa muy interesante con retos diarios. Estar en la parte corporativa te da, además, toda la visión de conjunto del grupo con las particularidades de cada país. La gente es acogedora y el ambiente de trabajo es muy bueno. Es imposible aburrirse o que haya algo de rutina en esta compañía.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecha?
Como responsable del departamento de regulación, me hizo especial ilusión aportar en los últimos momentos de su negociación, al cierre del dossier regulatorio del Digital Markets Act, DMA, en Bruselas y realizar todo el análisis de esta norma que es muy importante para el sector digital. Hicimos un gran esfuerzo por entenderla y digerirla y poder explicar dentro del Grupo su alcance y las potenciales consecuencias positivas y negativas que puede tener para una empresa de telecomunicaciones como la nuestra. Otra iniciativa realmente interesante ha sido la de montar toda la narrativa de OTT Fair Share y analizar cómo podía abordarse desde una perspectiva de regulación. Actualmente, el proyecto Open Gateway ocupa gran parte de mi tiempo y es realmente un proyecto con mucho sentido que va a cambiar el rol que juegan en los servicios digitales las compañías de telecomunicaciones como la nuestra además de ser un proyecto global y transversal que afecta a toda nuestra huella y que permite trabajar con todos los países.
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad?
Telefónica forma parte de la historia de nuestro país y eso ya es mucho decir. Hay pocas (por no decir ninguna) compañías en España que resulten tan icónicas y despierten a nivel de calle tanta simpatía y admiración. Está rodeada de un aura de fascinación que eres capaz de percibir simplemente cuando comentas en tu círculo de amistades o en tu círculo social que trabajas para Telefónica. Es evidente que ha hecho mucho por nuestra sociedad. Lo vimos en la celebración del centenario cuando se es consciente de en cuantos momentos que están en la retina de todos nosotros Telefónica interviene. Desde las películas, hasta los anuncios de la televisión o los sketches cómicos. Todo ello además de lo importante, que hemos sido la compañía que conectó telefónicamente por voz a la gente. Yo creo que es un orgullo para los empleados de Telefónica trabajar en esta compañía.
¿Dónde ves Telefónica en el futuro?
Yo veo un futuro brillante. Es cierto que, de ser una compañía prestadora de servicios de telecomunicaciones, Telefónica tiene que evolucionar a algo más, a ser una compañía prestadora también de servicios digitales. Pero creo que esta reflexión se ha hecho. Sólo hay que ver Telefónica Tech o la recientemente creada Telefónica Innovación Digital y el tipo de servicios que prestan. Además de Open Gateway, claro, que es el camino para poder comercializar nuestras capacidades de red y ser un actor activo y no meramente pasivo como propietario de la infraestructura en la prestación de servicios que descansan en nuestra red de telecomunicaciones.
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
Podría vivir sin teléfono móvil si todos los demás tampoco lo tuvieran. Hoy en día pensar en vivir sin teléfono móvil no es ni planteable. Sin embargo, sí que he de confesar que a mí no me cuesta desconectarme digitalmente. Y me parece un privilegio poder hacerlo de vez en cuando. Organizarme para en momentos de ocio o de vacaciones, no utilizar mi teléfono móvil ni consultarlo, me parece que es muy sano y eso que yo voy con dos móviles distintos, el de trabajo y el personal. También me parece importante educar a la gente y sobre todo a las generaciones más jóvenes a que aprendan a hacerlo. Pero más allá de eso, creo que no es posible y el móvil tiene una utilidad innegable. A modo de chascarrillo he de decir que mi padre, con 83 años, ha conseguido no tener un móvil ni usarlo nunca pero, claro, cuando necesita algo, se lo pide a mi madre.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
Sin cebolla, sin cebolla. Es mi plato favorito. Comería tortilla de patata todos los días casi. En la cafetería del edificio central está bastante rica.