Las Hard Skills (Habilidades duras según la traducción en inglés) son aquellas competencias relacionadas con conocimientos técnicos específicos para desempeñar una determinada actividad o puesto de trabajo. Y las Soft Skills (Habilidades blandas según la traducción en inglés) son aquellas que se relacionan con las capacidades personales e interpersonales.
La disrupción digital, tecnológica y ahora la IA Generativa, son un hecho. Esta revolución tecnológica está provocando una transformación global en todo el mundo a gran escala y a gran velocidad, de la que las organizaciones y los empleados no pueden ser indiferentes.
En el mundo empresarial actual, las «skills» o habilidades son más cruciales que nunca. A medida que las organizaciones evolucionan y se adaptan a nuevas tecnologías y tendencias, la capacidad de los empleados para aprender y aplicar nuevas habilidades se convierte en un factor determinante para el éxito de una organización. Las habilidades no solo se refieren a la capacidad técnica, sino también a las habilidades blandas, como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Es por ello que la adaptabilidad se ha convertido en una habilidad esencial, los empleados que pueden aprender rápidamente y adaptarse a nuevas herramientas o procesos se convierten en un gran recurso de valor incalculable.
Su papel en la innovación
Las habilidades también juegan un papel fundamental en la innovación. Las empresas que fomentan un ambiente donde los empleados pueden desarrollar y compartir sus habilidades tienden a ser más creativas y a encontrar soluciones innovadoras a los desafíos del mercado. La colaboración entre equipos con diversas habilidades puede generar ideas frescas y enfoques únicos que pueden diferenciar a una empresa de sus competidores.
Además, invertir en el desarrollo de habilidades de los empleados puede mejorar la retención del talento. Cuando las empresas ofrecen oportunidades de capacitación y desarrollo, los empleados se sienten valorados y motivados. Esto no solo reduce la rotación de personal, sino que también crea un ambiente de trabajo positivo donde los empleados están más comprometidos y satisfechos con su trabajo.
Por último, en un mundo donde la competencia es feroz, las empresas que priorizan el desarrollo de habilidades están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del futuro. La capacidad de adaptarse y evolucionar es esencial para sobrevivir en un mercado en constante cambio. Las empresas que invierten en la capacitación y el desarrollo de sus empleados no solo mejoran su rendimiento interno, sino que también construyen una reputación sólida.
Desde la productividad y la innovación hasta la retención del talento, las habilidades adecuadas pueden marcar la diferencia en el rendimiento general de una organización. Por lo tanto, es fundamental que las empresas reconozcan la importancia de invertir en el desarrollo de habilidades de sus empleados para asegurar un futuro próspero y sostenible. Encontrar la clave para conseguir el equilibrio entre captar, retener y potenciar el talento será fundamental, donde nos llevará hacia un nuevo paradigma.
Hoy más que nunca, toca mucho que aprender y desaprender en este entorno tan cambiante. Los gestores de talento juegan un papel clave, no solo para captarlo sino también para potenciarlo internamente. Es todo un reto apasionante del que tengo la suerte de ser testigo directo, gracias a formar parte de Telefónica Educación Digital, donde nos dedicamos precisamente a eso: acompañar a las empresas y a las personas en la evolución de sus capacidades, tanto en soft skills como en hard skills.