“La innovación es clave para establecer el futuro de tu empresa”. Con esta contundencia se expresa Telefónica Empresas sobre la importancia de la innovación en el ámbito empresarial.
Una relevancia que sirve no solo para el éxito sino en ocasiones para la propia supervivencia de las empresas, y que radica en numerosas cuestiones de diferente índole. Veamos algunas de las más destacadas.
Competitividad y eficiencia
Gracias a la innovación, las empresas pueden alcanzar niveles más elevados de competitividad y eficiencia consiguiendo mejores resultados o anticipándose a las necesidades que surjan en el mercado.
Mediante el desarrollo de servicios o productos nuevos, las organizaciones se diferencian de la competencia dotando de mayor valor a lo que ofrecen a su clientela.
Ventajas operativas y beneficios económicos
Derivado del aumento de la eficiencia que comentábamos en el apartado anterior podemos encontrar otra característica asociada a la aportación de la innovación al mundo de las empresas.
Concretamente, estamos hablando de los beneficios operativos y económicos. Esto es así puesto que al incrementarse la eficiencia se pueden reducir los costos, lo cual puede desembocar en el aumento de los beneficios.
Asimismo, otra de las ventajas operativas vinculadas a la innovación empresarial es la posibilidad de diversificar la producción ofreciendo mayor variedad de productos o servicios.
Estos beneficios operativos también inciden en el funcionamiento interno de las organizaciones, que pueden alcanzar una gestión más eficiente y productiva mediante la optimización de recursos que aporta la innovación.
Crecimiento y/o adaptación
No solo existen ventajas en términos de competitividad o desde una perspectiva operativa o económica.
Si nos referimos al crecimiento de las empresas, la innovación también juega un papel importante puesto que el entorno empresarial, al igual que el conjunto de la sociedad, se presenta como un algo que se halla en constante cambio.
Tanto para adaptarse como para crecer, las compañías necesitan innovar para así mantenerse y afianzarse ya sea en el corto, en el medio o incluso en el largo plazo.
Asimismo, la innovación hace que las empresas puedan ofrecer propuestas que para los consumidores resulten más atractivas o relevantes ayudando a su crecimiento o su adaptación.
Talento
Desde una óptica de la operativa interna de las compañías, la innovación también sirve como aliciente para poder retener el talento gracias a que de este modo se pueden incrementar los valores de orgullo de pertenencia o compromiso.
Hablamos de retener talento, pero la innovación también puede servir para atraerlo, puesto que contar con perspectivas positivas que ayudan o contribuyen al crecimiento de la empresa puede resultar atractivo a la hora de incorporar nuevos perfiles profesionales de alta valía.
Fidelización y satisfacción de los clientes
Ante el hecho de que las necesidades de los clientes estén en continua y cambiante evolución, la innovación se erige también como una cuestión fundamental en la relación que mantienen las empresas con los usuarios.
Al igual que sucede con el talento, en el trato con los clientes la innovación puede ayudar tanto a atraer nuevos como a conservar los ya existentes.
Por ello, mejorar las experiencias de usuario es una prioridad empresarial de forma que la innovación puede ser útil tanto para satisfacer a quienes ya son clientes como para poder acercarse a quienes potencialmente puedan llegar a serlo.
Ofreciendo respuestas a sus demandas se puede igualmente incrementar su grado de satisfacción, algo también vinculado a las posibilidades de fidelización tanto con la marca como con los productos o servicios ofertados.
Desde Telefónica Empresas se aboga por la innovación en colaboración con los clientes “para impulsar los procesos de aprendizaje y adopción de las nuevas propuestas tecnológicas de Telefónica, y el desarrollo conjunto de nuevos modelos de negocio” para experimentar “en primera persona” los procesos transformadores.
De igual manera, se apuesta por una innovación con base en una metodología en la que las necesidades del cliente estén orientadas a resultados relevantes gracia a “prototipos o pilotos que permitan un primer acercamiento” a futuros escenarios tecnológicos.
Con el análisis de todas estas características podemos concluir que la innovación es fundamental para mejorar sus procesos (ya sean externos o internos), incrementar la competitividad, transformar los modelos de negocio o retener o atraer el mejor talento.