El avance de la tecnología trae asociadas, entre numerosas otras cuestiones, unas mayores posibilidades de cuidado del medio ambiente.
Hay que tener en cuenta que las transiciones verde y digital se refuerzan mutuamente: las tecnologías digitales pueden contribuir a reducir las emisiones mundiales en más de un 15% en sectores como la energía, la industria, la agricultura, la construcción o el transporte, y hasta en un 35% por su capacidad para transformar los hábitos de las personas.
Sin embargo, también hay que considerar que estas tecnologías necesitan mucha energía para funcionar, agua para refrigerar los equipos y generan residuos electrónicos.
Concretamente, las tecnologías digitales suponen entre el 8 y el 10% del consumo energético mundial y entre el 2 y el 4% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ponerlo en perspectiva, las emisiones directas de la ganadería suponen un 5% y las de la aviación algo menos de la mitad.
Por ello, el reto es garantizar que las TIC minimizan estos efectos nocivos, al tiempo que maximizan el papel potencial que puede desempeñar en el apoyo a la transición hacia un futuro Net Zero.
Eficiencia energética: qué es
Antes de continuar, recordemos brevemente que la eficiencia energética se puede resumir en la reducción del consumo de energía o el uso de tecnología que requiera menos energía para realizar la misma función.
La relevancia de la eficiencia energética se observa incluso en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Concretamente el ODS 7, en el que se busca asegurar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna con lo que poder seguir incrementando el 90% de gente del planeta que ya dispone de acceso a la electricidad.
Sin digitalización no hay transición verde
Las diferentes iniciativas y acciones de Telefónica como referente tecnológico nos pueden servir como ejemplo para comprender el poder transformador de las distintas tecnologías y cómo su aplicación puede ayudar a conseguir un mundo en el que la tecnología digital proteja al planeta.
La operadora cuenta con la meta de alcanzar las cero emisiones netas en 2040 incluyendo la cadena de valor y ser una compañía cero residuos en 2030.
Para contribuir a la eficiencia energética, la compañía implementa iniciativas de tecnología como la modernización de nuestra red, por ejemplo, sustituyendo el cobre por fibra óptica (85% más eficiente); desplegando el 5G siendo hasta un 90% más eficiente que el 4G; virtualización; migración a cloud; implantación de funcionalidades de ahorro de energía (Power Saving Features – PSF) y de plataformas de AI/ML para optimizar el consumo de energía manteniendo la calidad; apagados del legacy, para minimizar la coexistencia de redes; modernización de infraestructura, renovación de las plantas de fuerza y equipos de clima; climatización con aire del exterior (free cooling); climatización por inmersión, apagados de equipos de climatización; disminución de consumo de combustible a través de estaciones híbridas con energía solar fotovoltaica y retraso del encendido de generadores utilizando baterías de alto ciclado (litio); y utilización de combustibles más ecológicos como el hidrógeno/metanol.
Para llegar a la descarbonización de la compañía, no solamente necesitamos la máxima eficiencia en el uso de la energía, sino también que esta proceda de fuentes renovables. Telefonica ya es 100% renovable en sus operaciones en Europa y países como Brasil, Chile y Perú.
Igualmente, para reducir el consumo de energía Telefónica promueve la economía circular mediante el ecodiseño, el reciclaje y la reutilización. Como ejemplo de este compromiso, únicamente en 2022 la compañía ha reutilizado más de cuatro millones de equipos electrónicos.
Digitalización verde en Telefónica
Diferentes iniciativas o soluciones de Telefónica sirven para avanzar en la transición verde en general y para reducir el consumo energético en particular.
Conectividad
La conectividad es la base de las soluciones digitales que ofrece la compañía, y para ello además cuenta con una de las redes más sostenibles del sector de las telecomunicaciones.
El cobre se está sustituyendo por la fibra óptica, un 85% más eficiente energéticamente. Asimismo, la red 5G es un 90% más eficiente energéticamente que el 4G.
Digital workplace
Las soluciones de colaboración y productividad permiten la conexión y trabajo en remoto, lo que reduce los desplazamientos disminuyendo el consumo de combustibles y, por ende, genera menos emisiones de dióxido de carbono, menos contaminación y aumenta el ahorro energético.
Cloud computing
Los servidores alojados en centros de datos disponen de elevados estándares de eficiencia energética, por lo que la migración a la nube implica una relevante reducción de las emisiones de carbono.
Alumbrado público
Transformar los sistemas de alumbrado mejora la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad, mediante soluciones que incluyen desde sustituir las luminarias ya existentes hasta integrar telecontrol punto a punto de cada una de ellas de forma inalámbrica con comunicaciones Nb-IoT.
Transporte inteligente y gestión de flotas
Con el objetivo de aumentar la eficiencia energética (así como de mejorar la productividad y la seguridad en ruta), las alertas y notificaciones en tiempo real de esta solución de M2M permiten revisar los viajes y generar informes de actividad.
Metering de agua y gas
La gestión y lectura remota de contadores de gas y agua se produce gracias a la complementación de la tecnología big data con un dispositivo, conectividad Nb-IoT y una plataforma de gestión.
Solución de eficiencia energética
Esta propuesta extremo a extremo cuenta con el objetivo de reducir el consumo energético hasta un 25%, para lo que se ofrecen auditorías energéticas, telemetría de los consumos (eléctricos, de agua o gas) o la renovación e instalación de infraestructuras.
Conclusión
La tecnología en diferentes ámbitos, tanto en el hogar como en la industria, es una aliada a la hora de optimizar los recursos de los que disponemos y poder disminuir el consumo energético.
Mejorar la gestión de recursos energéticos y naturales, optimizar la producción de energía o sensorizaciones del entorno son algunas de las posibilidades que las diferentes tecnologías nos ofrecen para poder avanzar hacia un futuro con menor gasto de energía.
Un horizonte para el que también se puede contar con otros aliados como la economía circular mediante la reutilización o el reciclaje.