Básicamente, es nuestra esencia, en la que queda reflejada nuestra forma de ser, de comunicarnos, de actuar, de trabajar, de relacionarnos con los demás.
Seguro que muchos habréis oído hablar de la marca personal y consideráis que está acotado a los expertos en una materia que hablan en eventos, en foros, ferias, en quiénes toman decisiones, como los altos directivos. Pero no solo la tienen ellos, si no cualquier persona y profesional.
Desde que nos despertamos, y actuamos de una manera determinada, a cómo nos vestimos, nuestros gestos, saludos a las personas, la forma de comunicarnos con nuestros compañeros de dirección, con compañeros de otras áreas, con partners, socios, clientes, y fuera del ámbito profesional: con los amigos, familia y conocidos.
Toda imagen, así como un producto o servicio, tiene una evolución, igual que una marca de una empresa, puede cambiar su logo, su web o sus servicios.
Por otro lado, nosotros también cambiamos con el paso del tiempo a consecuencia de nuestras experiencias profesionales y personales. A lo largo de nuestras vidas, tendremos que enfrentarnos a nuevos retos, que si los consideramos desafíos y oportunidades, nos irá siempre mucho mejor, que si los tomamos con miedo e inseguridad. Cualquier cambio es una buena oportunidad de mejorar, y nuestra marca personal puede cambiar a mejor, y eso depende de nosotros mismo.
Cómo nos ven los demás
¿Te has preguntado alguna vez cómo te ven tus compañeros?, ¿coincide con lo que realmente quieres transmitir? Muchas veces si trabajas en un área específica, por ejemplo, marketing, la mayoría de las personas de tu compañía, te “etiquetarán” como “el de marketing”. Igualmente les pasa a algunos actores, que puedes llegar a “encasillarse”. Esto en algunos casos, puede incluso resultar y puede ser positivo, ya que te especializarás, y te considerarán, con el paso de los años, un experto, ya que tiene experiencia y conocimientos en su área.
Pero también, cambiar de departamento, puede darte nuevas oportunidades de desarrollo profesional, y suponer desarrollar tus conocimientos para poder desempañar tus “soft skills” en distintas áreas de la compañía. Nadie “nace ingeniero” ni tampoco “comunicador”, pero pese a que hay claramente dos tendencias desde hace décadas, o te especializas o diversificas, creo que cada vez más, la tendencia está en que los ingenieros e informáticos, deben aprender y mejorar en el ámbito de la comunicación. Por ejemplo, los profesionales de la comunicación, debemos aprender a través de formación y experiencia en los ámbitos técnicos.
¿Has llegado a hablar o intercambiar mensajes, emails, reuniones o conversaciones de teams con compañeros que aún no conoces y después los has desvirtualizarlo?, ¿qué tal fue el encuentro?
Yo llevo más de 14 años formando parte de la comunidad de LinkedIn y en el último lustro he podido desvirtualizar a mucha gente de mi red, así como compañeros de otras áreas de Telefónica, y creo que ha sido un éxito, porque he podido comprobar que lo que la gente pensaba de mí de manera virtual, lo mantiene de forma real. En consecuencia, creo que mi imagen de marca es consistente, soy en persona auténtico, directo, sincero y con conversación, al igual que en la plataforma.
No dejéis pasar la oportunidad de encontraros con gente con la que intercambiar ideas y opiniones; porque es un valor alto de aprendizaje, y el saber qué opinan de ti, puede hacerte mejorar y crear tu imagen de marca personal esperada.
