Las nuevas tecnologías están planteando muchos retos a la sociedad precisamente por eso, porque son nuevas. Aunque poco a poco se va creando una legislación acorde a los tiempos que se viven y se están desarrollando herramientas que nos permitan una mejor gestión de esta nueva esfera, lo cierto es que mantener una responsabilidad en entornos digitales puede resultar complicado. En este punto es donde aparece el término higiene digital. La higiene digital debería formar parte del ADN de todos los usuarios, igual que se ha interiorizado que hay que lavarse los dientes después de cada comida o que los plásticos van al contenedor amarillo. Y otra cosa bien diferente es que se cumpla o no (esto ya recala en la responsabilidad y conciencia de cada uno), pero es imprescindible disponer de esta información para aprender a hacer las cosas bien.
Qué es la higiene digital
Se podría definir la higiene digital como el conjunto de prácticas que hacen que nuestra presencia online sea segura y saludable. Pero, ¿qué implican estos dos adjetivos?
Seguridad
La seguridad y privacidad en la red es muy importante para evitar problemas que pueden tener repercusiones en la vida social, económica y personal. En este apartado se pueden incluir tener cuidado con las contraseñas (que sean únicas y robustas en cada sitio), utilizar una VPN a la hora de conectarse a una red pública, no aceptar los términos y condiciones sin leerlos antes o dar los datos bancarios solamente en los comercios online que ofrezcan garantías.
Salubridad
Hacer uso de las nuevas tecnologías puede afectar bastante a la salud mental de las personas. Por eso, es importante establecer tiempos frente a una pantalla (y cumplirlos, tanto si se trata de teletrabajo como de ocio), cuidar la exposición continua de la persona en redes sociales y buscar hobbies más allá de las pantallas, por ejemplo.
Por qué es tan importante y consejos para conseguirlo
La tecnología es aliada, pero también puede convertirse en verdugo. Según datos de la OMS, 1 de cada 7 adolescentes entre 10 y 19 años sufren algún tipo de trastorno de salud mental. Esta cifra sigue creciendo y el uso que se hace actualmente de la tecnología no ayuda.
Lograr una buena higiene digital es fundamental para cuidar la salud y la privacidad de las personas. A continuación, se ofrecen una serie de consejos para alcanzarlo:
- Evitar llevar el móvil a la cama: en él se reciben muchos inputs que no siempre son positivos (un correo de trabajo a última hora de la noche, un mensaje nada más despertar que provoca estrés…). Por eso, es importante no mirar el móvil ni a primera hora del día ni a última.
- Ponerse un horario para ciertas tareas: revisar las redes sociales continuamente o contestar un WhatsApp en menos de quince minutos conduce a una hiperconexión nada saludable. Lo ideal sería tener una ventana de tiempo para revisar el correo electrónico, otra para contestar mensajes instantáneos, etc.
- No caer en la “trampa” del horario del teletrabajo: el teletrabajo ha aportado muchas ventajas, pero también está demostrado que la mayoría de las veces se hacen más horas de las que corresponden. Es importante marcar un principio y un final de la jornada.
- Evitar la sobreexposición: no es necesario que se comparta cada minuto de la vida de una persona. Muchos usuarios han convertido su vida, casi sin darse cuenta, en un Gran Hermano. La sobreexposición puede acarrear importantes trastornos de la salud mental, provocar una desconexión del mundo real y empobrecer las relaciones sociales auténticas… a cambio de un puñado de likes.
Utilizar un gestor de contraseñas y el doble factor de autenticación: igual que no se tienen siempre las puertas abiertas de casa o del coche, también hay que tratar de blindar la seguridad online. Usar un gestor de contraseñas es la mejor manera de lograr esta protección, que cada vez es más necesaria. El combo perfecto pasa por incluir también un doble factor de autenticación.
La higiene digital es muy importante porque protege la vida económica, social y personal de una persona. Tanto si se habla de privacidad (¿Dónde van esos datos que se proporcionan para registrarse en la newsletter de X comercio que promete un 10% de descuento a cambio de unos “pocos” datos personales?), como de seguridad o de salud mental, cuidar la higiene digital sigue siendo una asignatura pendiente.