Para ayudar a los emprendedores que quieren contribuir a este desarrollo, la Universidad Pontificia Comillas ha elaborado la “Guía del emprendedor social”, dentro del proyecto de I+D financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Merino afirma que esta guía “busca inspirar y acompañar a quien tenga la inquietud de provocar un cambio social a través de la creación de una empresa”.
PASOS PARA TENER ÉXITO
El documento indica los pasos a seguir para hacer realidad un proyecto de éxito. Lo primero es tener claro lo que queremos conseguir con la iniciativa social, centrando bien la propuesta de valor y cuidando la coherencia, porque el 45% de los ciudadanos reconoce haber dejado de comprar algún producto o servicio por considerar que la empresa es poco ética.
Los autores consideran que Internet y las nuevas tecnologías proporcionan un punto de partida esencial para el desarrollo y puesta en marcha de las ideas del emprendedor social. La utilización de las TIC dota al proyecto de una mayor transparencia y facilidades a la hora de la escalabilidad, distribución, conectividad…
Campos como la eHealth, la discapacidad, las Smart Cities o la administración digital ofrecen oportunidades interesantes. La guía se refiere a UEIA, aceleradora de start-ups con impacto social y expone los casos de éxito de AccityMaps, Doafund, Gurubuelos y Creciclando.
Los destinatarios son otra de las claves. En la presentación de la guía María Zapata, directora de ASHOKA España, explicó, citando al periodista David Bornstein, que los emprendedores sociales “identifican soluciones donde otros sólo ven problemas, ven a la población como una solución, no como beneficiarios pasivos. Comienzan asumiendo su competencia y liberan recursos”.
Para diferenciar nuestra iniciativa, es importante saber qué piensan estos beneficiarios y qué sienten y ser consciente de que hay un número creciente de consumidores responsables: el 14% de la población afirma buscar proactivamente productos de este tipo. Además, se deben explorar las percepciones de estos consumidores en torno al precio y su disposición a pagar más.
Otros aspectos relevantes son la distribución de nuestro producto o servicio, las herramientas para comunicarnos con nuestros potenciales clientes y darnos a conocer, la gestión de la cadena de suministro para crear valor social y ambiental, la búsqueda de fuentes de financiación que tengan en cuenta la rentabilidad social y medioambiental, y las alternativas tecnológicas limpias para alimentar las diferentes iniciativas.
Zapata recalcó que los emprendedores sociales no “nacen de la nada” sino que son personas con carácter emprendedor y empatía que, o bien han sufrido un problema propio que consiguen superar y quieren compartir, o se encuentran muy cerca del problema e insisten en buscar soluciones y trabajar para resolver el problema.
Llama la atención que en España, todos estos espíritus emprendedores con carácter social, se declinen finalmente por crear ONGs o fundaciones, cuando en el mundo anglosajón hay más casos de híbridos (creación de empresas sociales) que han tenido un gran éxito. ¿Será está vía el futuro? Esta respuesta solamente la tienen los futuros impulsores del cambio social.
Para llevar esta guía a la práctica, la Universidad Pontifica de Comillas organiza el próximo 14 de febrero el Taller para Emprendedores Sociales que se celebrará en su sede central en Madrid. El curso tiene 20 plazas y es gratuito, puedes inscribirte en: http://bit.ly/14UuLZL
Accede a la Guía completa del Emprendedor Social aquí: http://bit.ly/11p1ozK