Introducción
Estaréis conmigo en que el área de Gobierno del Dato en Telefónica, y casi en cualquier gran empresa, se ha convertido en un pilar fundamental en esta era en que la cantidad y el valor monetario de la información, no paran de crecer.
No en vano, la Comisión Europea prevé en 2025 un incremento del 530% en el volumen mundial de datos y unas cifras económicas que llegarán a superar los 800 millones de euros.
Qué es Gobierno del dato
La palabra gobierno tiene connotaciones de garantía y oficialidad, de forma que cuando hablamos del gobierno del dato inconscientemente solemos relacionarlo solo con el cumplimiento de la normativa vigente, pero siendo esto cierto, el ámbito de la gobernanza de la información va mucho más allá.
Por supuesto, una de las principales tareas de un equipo de gobierno del dato será la de garantizar la seguridad y privacidad de los datos de que la empresa dispone, y cumplir cualquier demanda regulatoria con respecto a la confidencialidad y el uso de estos, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
Pero además debe garantizar la eficiencia en la carga, almacenamiento, estructuración e integración de todos los datos que albergue y maneje la empresa, así como la coordinación entre todas las personas y equipos que, de forma directa o indirecta, hagan uso de esta información.
El disponer de una información estructurada y de calidad ayudará en la toma acertada de decisiones estratégicas y comerciales y por ende redundará en la consecución de los objetivos económicos de la empresa.
Con lo comentado hasta ahora, podríamos decir que una gobernanza sólida evitará riesgos en cuanto al mal uso de los datos y sus implicaciones, así como que ayudará a la empresa a maximizar el valor económico que estos pueden darle.
Aunque la labor del gobierno del dato está cada vez más afianzada en las grandes empresas, no podemos dar la tarea por completada ya que, como todo en estos días, deberá avanzar y adaptarse a las nuevas tecnologías, fuentes de información y diversidad de los datos, y es que también aquí irrumpe con fuerza la Inteligencia Artificial (IA), cómo no.
La Ley Europea de Inteligencia Artificial
El 1 de agosto de 2024 entró en vigor la Ley Europea de Inteligencia Artificial, el primer reglamento sobre el uso de la IA existente a nivel mundial. Esta ley tiene como objetivo garantizar los avances tecnológicos, como la evolución de la IA generativa, sin menoscabar los derechos humanos.
En este sentido, Telefónica ha sido pionera, y ya desde 2018 apostó por la autorregulación en la gobernanza de la IA creando sus propios principios éticos para garantizar una IA responsable dentro de la empresa. En 2024, habiendo sido ya un referente en esta materia, Telefónica avaló con su firma el Pacto de IA en la Unión Europea, en su firme apuesta por la innovación responsable.
El cumplimiento de estas regulaciones y principios éticos se garantiza con una gobernanza activa y presente en todas las fases de desarrollo de herramientas y modelos de negocio en los que intervenga la IA, identificando el riesgo según la sensibilidad de los datos tratados, persiguiendo siempre el impulso económico y tecnológico de la empresa, pero garantizando un impacto social positivo y responsable.
Después de todo lo escrito podría haberle preguntado a ChatGPT una frase resultona para terminar, pero no me ha hecho falta, porque creo que la esencia del gobierno del dato, esto es, tecnología de la mano de responsabilidad ética, ya está presente en uno de nuestros principales propósitos: hacer nuestro mundo más humano conectando la vida de las personas.
