La pasada semana varios ponentes de Telefónica participaron en Futurecom, el mayor evento sobre TIC de América Latina. Entre ellos Carlos López Blanco, Director de Políticas Públicas y Regulación, tuvo ocasión de llevar a la palestra la Reforma Regulatoria Europea, y su posible traslación al marco latinoamericano.
Europa es consciente de la necesidad de incentivar los despliegues de nuevas redes y fomentar la innovación, buscando la simplificación de la regulación y su adaptación a los nuevos mercados digitales, para poder afrontar el nuevo reto del ecosistema digital global.
Telefónica comparte las intenciones y objetivos de esta reforma. Muestra una voluntad política novedosa en el contexto europeo y un convencimiento de la necesidad de cambio. Sin embargo, podría ser más ambiciosa en confiar en las fuerzas de mercado y buscar una verdadera simplificación de las obligaciones para fomentar las inversiones en infraestructuras y la innovación en servicios. El proceso legislativo, que está a punto de comenzar permite avanzar en la mejora del proceso, sin miedo y buscando soluciones objetivas.
¿Es este proceso trasladable a Latinoamérica?
Latinoamérica es una región cuya regulación y políticas públicas se han ido adaptando bien al entorno y que tienen que seguir haciéndolo.
Aunque no tiene organismos centralizados existe una cierta armonización en la región y ciclos de sincronización de políticas regulatorias, que permiten avanzar hacia políticas comunes, con bloques supranacionales cada vez más relevantes.
El desarrollo del ecosistema digital está en fases iniciales en Latinoamérica, y está a tiempo de promover unas políticas públicas adecuadas, con foco en objetivos de transformación digital y el mercado único regional, y fomentando iniciativas público-privadas (ej. Industria 4.0), políticas habilitadoras y distributivas.
Ello debe ir acompañado de la modernización acelerada de los marcos regulatorios vigentes (adaptación de las concesiones, simplificación de condiciones de espectro, desregulación) como vía para fomentar las inversiones. Y debatir el futuro de un mundo digital, con un nuevo marco conceptual que elimine asimetrías (no solo en regulación, sino también en seguridad, privacidad y fiscalidad).
Adjunta podéis encontrar la presentación en portugués y castellano.