Cambio climático: el mito de los créditos de carbono y reducir emisiones

“Las empresas compran créditos de carbono para evitar realizar acciones reales de reducción de emisiones”. Esta es una vieja creencia que da a entender que adquirir créditos otorga a las organizaciones una "licencia para contaminar" que les permite pagar y seguir actuando como siempre, emitiendo el mismo CO2 a la atmósfera.

Maya Ormazabal

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Tiempo de lectura: 8 min

Sylvera, entidad británica especializada en aplicar la tecnología para proporcionar calificaciones sobre los proyectos que generan créditos de carbono y aportar mayor transparencia a los mercados de carbono, ayuda a derribar esta idea tras analizar los datos hasta 2021 de las cien mayores empresas de diferentes industrias. El estudio muestra, además, que compañías como Telefónica, VISA, Audi o Bank of America son líderes en descarbonización.

Créditos de carbono y reducción de emisiones

El análisis de Sylvera revela que las compañías que compran créditos de carbono están reduciendo simultáneamente sus emisiones de Alcance 1 y 2 y a más velocidad, una media de 6,2% al año. Mientras que las empresas que no utilizan créditos de carbono reducen sus emisiones sólo un 3,4% anualmente. La inversión en créditos de carbono coincide con una tasa de reducción de emisiones de casi el doble.

La estrategia de Telefónica: reducir es lo primero pero no tiene que ser lo único

El compromiso de Telefónica para ayudar a frenar el cambio climático es alcanzar las cero emisiones netas de sus operaciones y cadena de valor a nivel global en 2040, con el objetivo intermedio de neutralizar el impacto de sus emisiones de alcance 1 y 2 en sus mercados clave a partir de 2025, reduciendo primero emisiones y eliminando las remanentes a través de proyectos de absorción de carbono.

La compañía fue la primera empresa de telecomunicaciones en validar estos objetivos según el estándar “Net-Zero” de la iniciativa SBTi.

Nuestra estrategia pasa por:

  • Reducir las emisiones GEI en línea con el escenario 1,5ºC del Acuerdo de París. Desde el año 2015, la compañía ha disminuido el 51% de sus emisiones totales (un 80% para los Alcances 1+2 desde 2015 y un 32% para el Alcance 3 desde 2016). Esta disminución se debe a la la eficiencia energética, el uso de energía renovable -a cierre de 2022, el 100% de la electricidad que consume Telefónica es renovable en Europa, Brasil, Chile y Perú; y a nivel global, el 82%- y el precio de carbono interno para las compras de hardware que consumen combustibles fósiles, electricidad o utilizan gases refrigerantes. Las redes de Telefónica son claves en esta reducción: su fibra es un 85% más eficiente energéticamente que el cobre y su 5G, un 90% más que el 4G.
  • Neutralizar las emisiones restantes (alrededor del 10%) con la absorción o captura permanente de una cantidad equivalente de CO2 de la atmósfera, a través de créditos de carbono o desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza. Telefónica neutralizará sus emisiones residuales exclusivamente cuando haya alcanzado un 90% de reducción, en 2025 en sus propias emisiones España, Brasil y Alemania y en 2040 en todas sus geografías e incluyendo las emisiones de la cadena de valor.

De acuerdo con el estándar corporativo “Net-Zero” de la iniciativa SBTi, alcanzar las cero emisiones netas consiste en lograr un equilibrio entre las emisiones que produce una compañía y las que retira o elimina de la atmósfera.

La entidad británica Sylvera afirma que Telefónica es una de las empresas que más rápido se descarbonizan

Neutralización de emisiones

Los proyectos seleccionados para neutralizar las emisiones residuales de la compañía deben cumplir los siguientes criterios, fijados internamente por Telefónica:

  • Proyectos de absorción de carbono, preferiblemente basados en la naturaleza, como reforestación, forestación o restauración de ecosistemas, utilizando para ello especies vegetales autóctonas.
  • Demostración del criterio de adicionalidad.
  • Demostración de impacto a largo plazo.
  • Proyectos con cobeneficios ambientales y sociales, que contribuyan en la medida de lo posible al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
  • Proyectos certificados con estándares reconocidos a nivel nacional/internacional y verificados por una tercera parte acreditada. Es importante que sigan una metodología robusta validada por estándares internacionales como pueden ser Gold Standard, Verified Carbon Standard (VCS), American Carbon Registry (ACR), Climate Action Reserve (CAR) o por esquemas nacionales, principalmente de países europeos, como el registro de la Oficina Española de Cambio Climático, el Peatland Code o Woodland Carbon Code (WCC), ambos de Reino Unido.
  • Preferiblemente con anclaje territorial en las geografías en las que Telefónica esté presente.

A corto-medio plazo, mientras se reducen las emisiones GEI hasta niveles residuales, Telefónica utilizará créditos de carbono de reducción de emisiones de la deforestación y degradación, además de los créditos de eliminación de carbono mediante proyectos de absorción, con el objetivo de contribuir a frenar la deforestación y conservar bosques ya existentes.

Deben ser créditos de alta calidad, que apoyen la conservación de las reservas existentes de carbono de los bosques y la gestión forestal sostenible; localizarse en territorios con una alta tasa de deforestación y cumplir con los criterios como demostrar adicionalidad e impacto a largo plazo, incluir cobeneficios ambientales y sociales en la medida de lo posible, estar certificados con estándares reconocidos y verificados por una tercera parte acreditada.

Créditos de carbono y reforestación

Telefónica lleva varios años apoyando proyectos de conservación, reforestación o restauración de ecosistemas, a través de la compra de créditos de carbono de alta calidad. En el periodo 2020-2022 fueron casi 177.000 toneladas de CO2 que se evitaron emitir o fueron absorbidas por las soluciones naturales en las que invirtió Telefónica. Asimismo, en 2022  la compañía cerró un acuerdo global de compra de créditos de carbono para asegurar la disponibilidad hasta 2026 en España, Brasil y Alemania.

En 2022, España continuó con el proyecto Bosque Telefónica, que ayuda a recuperar una zona en abandono para uso forestal, dinamizando la economía local, implicando a las comunidades rurales y favoreciendo el empleo de jóvenes y personas desfavorecidas. Igualmente, en 2022, como parte del citado acuerdo global, la operación en España adquirió créditos de carbono de un proyecto que protege bosques situados en una de las regiones con mayor tasa de deforestación del Bioma Amazónico. Con estos dos proyectos compensó el 5% de sus emisiones operacionales (Alcance 1+2).

Por otro lado, Telefónica Brasil siguió compensando el 100% de las emisiones de Alcance 1+2 a través de la compra de créditos de carbono. Los proyectos que generan estos créditos se encuentran avalados por certificados de reconocido prestigio y apoyan iniciativas locales tanto de conservación de ecosistemas que evitan la deforestación, como de reforestación de la selva amazónica con especies autóctonas.

Finalmente, Alemania, la multinacional neutralizó el 40% de sus emisiones operacionales, así como de las derivadas de los viajes de negocio, a través de un proyecto de reforestación en Colombia que promueve la gestión sostenible de los recursos forestales para fomentar la regeneración natural.

Lo cierto es que la obligación de las compañías es usar todas las herramientas disponibles para alcanzar las cero emisiones netas, hacerlo de forma coherente y comenzar ya. Reducir es lo primero para conseguir limitar el calentamiento global por debajo de 1,5°, pero también capturar las emisiones restantes de la atmósfera y fomentar beneficios en biodiversidad o sociales. Una visión holística que debe acompañar las estrategias de Cero Neto.


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