¡Hola a todos!
Hoy es una fecha especial. Una jornada para celebrar. No todos los días cumplimos 98 años. Y nunca antes nuestro propósito había sido más relevante: hacer nuestro mundo más humano, conectando la vida de las personas.
En los casi 100 años de historia de Telefónica, nos hemos enfrentado a situaciones excepcionales, que han requerido acciones extraordinarias que nos han permitido afrontarlas con éxito. Telefónica siempre está ahí, pase lo que pase. Incluso en los momentos más convulsos hacemos nuestro trabajo.
Y estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho, de lo que estamos haciendo y de lo que haremos. Por eso, hoy he querido reunirme con Antonio e Inés, dos ‘telefónicos’ que representan la experiencia, el presente y el futuro de nuestra compañía, para hablar de lo que somos, de lo que hemos hecho posible y de lo que parecía imposible para otros.
Hoy podemos celebrar que Telefónica vivirá los próximos 100 años, porque sabemos anticiparnos y hacer las cosas bien. Y que Telefónica es una compañía extraordinaria porque la han construido piedra a piedra, hito a hito, personas extraordinarias como tú, como todos vosotros.
A mi conversación con Inés y Antonio le falta una pregunta. No se trata de un error. Ha sido deliberado. Es la que me gustaría que respondieses tú: ¿qué es lo que te hace sentir más orgulloso de lo que hemos logrado en Telefónica?
¡Feliz 98 cumpleaños!