Las startups se pueden definir como empresas de nueva creación con un modelo de negocio escalable que comercializa productos y servicios mediante el uso de la tecnología y que cuenta con grandes posibilidades de crecimiento.
El hecho de que grandes tecnológicas como Amazon, Apple, Facebook o Google comenzaran como startups ha servido para popularizar y afianzar el término.
Fases de una startup
Las diferentes fases o etapas por las que las startups pasan a lo largo de su ciclo de vida son las siguientes:
Pre-semilla (pre-seed)
La fase pre-semilla (o pre-seed) se puede definir como el punto de partida de la actividad emprendedora en la que, una vez identificada la oportunidad de negocio, el emprendedor comienza la búsqueda de darle forma a la idea con la que desarrollar el producto o servicio.
A partir de un prototipo o versión de prueba, se puede llegar a conocer el interés que podría llegar a tener en los potenciales consumidores.
Otros pasos en esta fase son formar el equipo profesional inicial, poner las bases legales y pensar en la estrategia.
Respecto a la financiación, existen diferentes posibilidades: el propio emprendedor, FFF (family, fools and friends, familia, incautos y amigos, por sus siglas en inglés), business angels (inversores especializados en startups) y crowdfunding (financiación a través de un colectivo o grupo de personas), aunque algunas de estas vías de financiación pueden igualmente darse en otras etapas posteriores.
Semilla (seed)
En esta fase semilla el equipo de trabajo ya está definido y se cuenta con un producto mínimo viable (MVP, por sus siglas en inglés) que ofrecer a potenciales clientes o a inversores en busca de capital.
La inversión en esta fase se destina a desarrollar el producto, validarlo y llevar a cabo operaciones con las que publicitarlo.
Para la financiación en esta fase se puede pensar también en una aceleradora, en la que alojarse y obtener asesoramiento con posibles colaboradores o socios.
Etapa temprana (early stage)
La fase temprana (o early stage) se caracteriza porque el producto está ya obteniendo los primeros beneficios alcanzando los objetivos inicialmente marcados.
Implícitamente, llegan los primeros usuarios y las primeras interacciones y reacciones con el producto, lo que puede ser de ayuda de cara a detectar posibles fallos e intentar subsanarlos.
Esta fase es clave debido a que servirá para entender qué efecto está generando el producto o servicio en el contacto con los clientes.
De crecimiento (growth)
En la fase de crecimiento ya se ha alcanzado la madurez del producto o servicio que cuenta con clientes recurrentes, KPIs positivos y demanda del mercado.
Se considera que la startup está ya establecida e intentará continuar con su crecimiento.
Siendo la financiación importante en todas las fases, en este caso cuenta con una especial relevancia el flujo de caja como fuente de financiación, puesto que los analistas de fondos de inversión lo valoran de manera positiva.
Ampliar las campañas de publicidad para incrementar la notoriedad del producto o servicio puede ser importante.
De expansión
A través de venture capital, por ejemplo, la financiación en la fase de expansión puede servir para expandir (incluso internacionalizando) el producto o servicio alcanzado nuevos lugares y mercados.
Por ello, podríamos decir que el objetivo de esta fase es llegar a un mercado más ambicioso.
Poder alcanzar alianzas con grandes empresas puede facilitar el proceso.
Desinversión (exit)
Esta fase de desinversión es la etapa final en la que el producto o servicio se ha consolidado sólidamente en el mercado, lo que desemboca en la citada desinversión: los inversores salen del capital de la empresa y consiguen beneficios a cambio.
Existen varias posibilidades para esta fase: vender la startup a una empresa de un tamaño más grande, alcanzar un acuerdo de fusión con otra compañía, una Oferta Pública de Venta (OPV) para que la compañía pueda salir a bolsa o incluso el cierre de la startup.
Conclusión
El ciclo de vida de una startup viene marcada por las diferentes etapas que ya hemos analizado, contando cada una de ellas con una serie de objetivos y prioridades diferentes entre sí.
Ser consciente de en qué fase se encuentra una startup puede ayudar a analizar la situación y anticipar las características de los momentos venideros con los que poder mejorar su desarrollo.