¿Alguna vez has escuchado la frase “el internet no está escrito en grafito, sino en tinta”? Además de ser una advertencia usualmente utilizada para concienciar a las personas sobre el impacto del comportamiento en línea, es un excelente descriptor de la huella digital, esa marca indeleble que dejas cada vez que te conectas a la red informática mundial.
¿Qué es la huella digital?
Todas las personas tienen una presencia online que se va construyendo cada vez que utilizan Internet, dejando una especie de “migajas electrónicas” que, de ser estudiadas, pueden servir para crear un perfil de ti, basado en tus intereses y actividades.
Actualmente, se considera que existen dos tipos de huella digital, la activa y la pasiva:
Huella digital activa
Esta se va generando cada vez que decides compartir tu información en línea, ya sea al crear un perfil con tu nombre y publicar en las redes sociales, cuando haces compras online, si te suscribes a un canal de YouTube o bien, aceptas las cookies de un sitio web. Todas estas son acciones conscientes, activas, que forman tu huella electrónica.
Huella digital pasiva
Por su parte, el rastro digital pasivo se construye a través de procesos ocultos donde se recopila información sobre ti, sin saberlo o consentir a aquello. Esto ocurre cuando las redes sociales recogen el contenido que consumes y generan sugerencias en función de esas tendencias y también es el caso cuando los sitios recogen información estadística sobre el comportamiento de sus usuarios.
¿Es beneficioso tener una huella digital?
Dependiendo de las intenciones que tengas para tu presencia en línea, puede resultar beneficioso diversificar tu huella digital, ya que si eres una persona que requiere la promoción de su trabajo, es posible aprovechar este recurso y crear una fuente de información comprensiva sobre tu negocio.
Hoy en día, tener una presencia corporativa en línea es fundamental. De acuerdo con un estudio español sobre inversión publicitaria en redes sociales, un 46% de los consumidores utiliza las redes sociales a diario para buscar información sobre las marcas de su interés.
En este sentido, es posible instrumentalizar el rastro digital que has construido para atraer a tu público objetivo a tu oferta y formar relaciones positivas, lo cual puede llevarte a percibir un aumento de ingresos.
Desventajas para los usuarios
Si la construcción de una presencia online no es el objetivo principal, tener una huella digital puede tener efectos negativos para los usuarios, es importante considerar que toda la información que eliges compartir es pública y una vez que se sube a Internet, tiene una existencia relativamente permanente.
Estos datos son parte de tu reputación digital, un elemento que hoy en día es considerado por los empleadores y puede resultar determinante al momento de seleccionar a un candidato.
Asimismo, dependiendo de la naturaleza del contenido que compartes en línea, este podría ser usado en tu contra, ya sea a través del hostigamiento o la extorsión. Por otro lado, existen riesgos de ciberseguridad, donde los hackers tienen la posibilidad de aprovecharse de tu huella para involucrarte en una estafa de phishing o robo de identidad.
¿Se puede eliminar nuestra huella digital?
Una vez que tus datos son hechos públicos en internet es prácticamente imposible eliminarlos por completo, especialmente cuando consideras que cada sitio con el que has interactuado ha recolectado algún tipo de información sobre tus actividades en línea.
Lo que sí es posible, es gestionar tu rastro para disminuir tu presencia, algunos pasos que puedes tomar incluyen:
- Desactiva o borra todos tus perfiles de redes sociales, suscripciones, servicios web y cuentas de compra.
- Busca tu nombre y apellido en Google para cambiar o eliminar toda la información que esté a tu alcance.
- Crea alertas de búsqueda con tu nombre para conocer tus menciones y gestionarlas rápidamente.
- Elimina las cookies de tu navegador para evitar que los sitios web sigan recolectando datos sobre tu actividad.
Si bien estas acciones no garantizan que tu rastro digital se limpie, sí te permiten tener mayor control sobre cómo se está generando tu huella y los contenidos de esta.
Algunas recomendaciones para cuidar tu presencia online
- Valora tu información personal y sé consciente de dónde y con quién la compartes antes de hacerlo, particularmente si se trata de datos que representen un riesgo de ciberseguridad.
- Verifica la fiabilidad de las plataformas donde participas.
- Ajusta tus parámetros de seguridad para controlar quién puede ver los contenidos que publicas.
- Revisa las publicaciones más antiguas dentro de tus perfiles y elimina o limita la visualización de aquellos contenidos que no representen la imagen pública que deseas.
- Considera el efecto que tu comportamiento online podría tener sobre ti y otros en el largo plazo.
Actualmente, se estima que un solo usuario del internet produce cerca de 150 mil megabytes de datos cada día, si bien, esta cantidad puede parecer abrumante, no debes olvidar que tienes el poder de decidir cómo se construye tu inexorable huella digital y gestionar esos datos en función de la seguridad de tu presencia online.