El modelo tradicional
Visualicemos el modelo más tradicional de espacios educativos, un modelo perpetuado durante siglos y que aún permanece en múltiples espacios y geografías: maestros, pizarra, y alumnos en sus pupitres.
Por supuesto, los temas y su forma de abordarlos han sido sujeto de distintas modificaciones y adaptaciones, de acuerdo con las épocas y consideraciones pedagógicas, didácticas y sus respectivas demandas.
Poco a poco, y a finales del siglo XX, se fueron insertando distintas modificaciones, que cambiaban este escenario y conectaban con el entorno digital, por ejemplo: proyectores, ordenadores, tabletas y pizarras digitales. Es cierto que en los últimos años esta utilización ha sido más profunda y alcanzando espacios educativos que aún se encontraban muy alejados de estas posibilidades.
Todo en pos de acercar a los alumnos y docentes, la transformación digital que vive la sociedad y que por ende es inseparable de la materia educativa, y la era del Big Data, sobre la que profundizaremos a continuación, donde se propone llevar el conocimiento de los datos a un nuevo nivel de estrategia educativa.
¿Qué es el Big Data y cómo se aplica en materia educativa?
Big data se refiere a una gran cantidad de información que sólo se puede procesar mediante el uso de herramientas digitales y que nos permite dar respuestas, a preguntas a través del análisis de enormes volúmenes de datos.
Su paradigma se compone por las “5 V del Big Data”:
Volumen, Velocidad, Variedad, Veracidad y Valor.
La Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) define al big data como una práctica que permite la recopilación, el almacenamiento, la gestión, el análisis y la visualización, potencialmente en tiempo real, de amplios conjuntos de datos con características heterogéneas.
Entonces ¿de qué manera, se puede aplicar el Big Data en un contexto educativo?
Esto se puede aplicar, a través de la creación de protocolos de recolección de datos de alumnos, la creación de bases de datos y el posterior análisis. Cabe destacar que para que esto sea posible, es imprescindible un entorno digitalizado que haga uso y disponible a dispositivos y programas informáticos.
Beneficios del Big Data en entornos educativos
Entre los principales beneficios de utilizar Big Data en un entorno educativo, se destacan, por ejemplo: Reducción de la tasa de abandono escolar al detectar factores de riesgo, optimización de la evaluación del rendimiento, desarrollo de planes de carrera en función de fortalezas y debilidades, personalización de temarios y ritmos de aprendizaje, entre otros.
Todo esto se logra, mediante la recolección de datos en entornos digitales. De ahí lo que mencionaba anteriormente como imprescindible: fomentar entornos digitales que permitan esta disposición.
La identificación de debilidades y fortalezas del contexto educativo donde su utilización, permite un accionar más focalizado y veloz por parte de los profesores, potenciando el conocimiento y su acceso, además de ir de la mano con la creación de las aulas inteligentes, donde se presenta la inteligencia artificial como aliada en el aprendizaje.
De ninguna manera el uso del Big Data o la Inteligencia Artificial pretende reemplazar a profesores, sino brindarles información y herramientas que permitan llevar el conocimiento de la forma más efectiva y necesaria.
Considerando la importancia que se acrecienta día a día sobre este tema y su incorporación en la vida cotidiana, desde Telefónica se han propuesto y se continúan proponiendo, distintos programas y proyectos, para acercar el Big Data a la sociedad.
Desde Fundación Telefónica Argentina, actualmente hay un curso online, donde nos introducen en este universo.
Y también a través de ProFuturo, un programa de educación digital, impulsado por la Fundación Telefónica y Fundación “La Caixa” que tiene como sellos de identidad, la calidad, la sostenibilidad y la accesibilidad.
Profuturo nace en 2016, y a partir de esa fecha ha ido creciendo y expandiéndose por el mundo. En 2023 llegó a 39 países de Latinoamérica, el Caribe, África y Asia. Su programa de educación digital formó a más de 334.000 docentes y beneficiado a 1,2 millones de niños en estas cuatro regiones.