Unidad, determinación y solidaridad
“Tenemos que estar preparados para lo peor, esperar lo mejor y actuar unidos”, expresaba Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno de España y ministra de Economía, durante el foro “Tech & Politics”, organizado por Financial Times y ETNO. El evento reunió el pasado 26 de septiembre a directores generales de la industria, responsables políticos, inversores, ONG, sociedad civil y expertos para debatir temas de la agenda política y regulatoria digital.
En este marco, Nadia Calviño repasó los retos económicos que enfrentará la Unión Europea en los próximos meses y destacó que los valores de unidad, determinación y solidaridad que primaron durante la pandemia también deberían guiarnos en estos momentos de incertidumbre. La vicepresidenta reconocía que el sector privado había sido un pilar fundamental para la recuperación y lo sigue siendo para acometer con éxito las transiciones digital y verde.
Competencia dinámica y evolución del ecosistema digital
En su mención al sector privado, la representante del Gobierno español alertó de la situación compleja que atraviesa el sector de las telecomunicaciones europeo. “Las empresas de telecomunicaciones tienen grandes dificultades para competir con las plataformas digitales”, expresaba. Con el objetivo de conseguir igualdad de condiciones entre plataformas y operadores de telecomunicaciones, Calviño apoyó la necesidad de encontrar un modelo de contribución más justa de las empresas tecnológicas a la inversión en redes que tenga en cuenta la evolución del ecosistema digital.
Este enfoque también es aplicable a los movimientos de consolidación que se están produciendo entre operadores de telecomunicaciones en países como España. La vicepresidenta defendía la adaptación de las políticas a la competencia dinámica que el sector lleva experimentando en los últimos años. “La Comisión Europea no ha escrito nada en piedra (…) Creo que tenemos que evaluar la competencia efectiva en el contexto de realidad, que está evolucionando y cambiando”, apuntó.
Telecomunicaciones, el principal sector tecnológico europeo, necesario para impulsar la autonomía digital estratégica
Laura Abasolo, directora general de Finanzas y Control para Telefónica S.A y responsable de Hispanoamérica, apoyaba estas declaraciones durante su participación en el panel sobre «Una nueva política industrial y de innovación para Europa«. La representante de Telefónica destacó que las telecomunicaciones son el principal sector tecnológico europeo que no solo está construyendo la conectividad, sino también los servicios digitales.
Este proceso es el resultado de la evolución del sector en las últimas décadas para apoyar e impulsar la era digital. Por ejemplo, Telefónica ha pasado de la voz a los datos, de los datos a lo servicios digitales y de ahí a la inteligencia artificial en el camino hacia el metaverso. Proporciona conectividad, y tecnologías que contribuyen a modernizar las infraestructuras, pero además impulsa la innovación, ofrece servicios para acelerar la transición digital y verde de las PYMEs de distintos sectores y ayuda a fortalecer los ecosistemas industriales. Estas oportunidades convierten al sector en un aliado clave para impulsar la autonomía digital europea.
Innovación, objetivos digitales y retorno de la inversión
Pese a las oportunidades, el sector necesita políticas que ayuden a incrementar la innovación, aumentar el retorno de la inversión y ganar escala para conseguir impulsar líderes digitales europeos.
El sector de las telecomunicaciones ha evolucionado sustancialmente desde su liberación hace 25 años. La dinámica del mercado ha cambiado ampliando la competencia y las reglas siguen siendo básicamente las mismas. Sin embargo, las prioridades estratégicas de Europa hacen hincapié en la necesidad de inversión e innovación. Aunque “no hay un número mágico de operadores”, según confirmaba Laura Abasolo, las políticas de competencia deben evolucionar para atajar el problema de la fragmentación del sector de las telecomunicaciones europeo. De lo contrario, la capacidad de inversión del sector seguirá disminuyendo.
Además, los operadores observan con preocupación el aumento exponencial del tráfico de datos en las redes. Tan solo seis empresas generan más del 56% del tráfico total de Internet, apuntaba Abasolo. Sin embargo, los operadores soportan la inversión total, mientras que las plataformas no contribuyen a los costes de la entrega del tráfico a los clientes finales. En línea con las declaraciones de Nadia Calviño, la representante de Telefónica advertía que los operadores no están pudiendo monetizar este aumento del tráfico e incluso añadía una cifra: “Una contribución más justa a la inversión en redes será fundamental para cerrar la brecha de los 300.000 millones de euros que necesitamos para conectar la Unión Europea”.
Guillaume Boutin (CEO de Proximus) concluía que es urgente que la Unión Europea cree un ecosistema que facilite la inversión y que la innovación pueda prosperar.
No hay transición ecológica sin digitalización
Una contribución justa también fomentaría los desarrollos de plataformas y soluciones con bajas emisiones de carbono, una reducción del consumo de datos y la consiguiente reducción del consumo de energía. Como recordaba Laura Abasolo: “No hay transición ecológica sin digitalización” y, por tanto, no hay transición ecológica sin redes de telecomunicaciones y soluciones de conectividad.
Francesca Bria (presidenta del Banco Italiano de Innovación) también apoyó estas ideas. Bria hizo hincapié en que la transformación digital debería servir para transformar la economía europea, avanzar hacia un modelo más inclusivo y acelerar la transición verde. “Es importante no reemplazar las viejas dependencias con otras nuevas”, señalaba Bria.
Aunque en estos momentos es comprensible que la Unión Europea esté especialmente enfocada en la autonomía energética, Abasolo recordaba que no podemos olvidar la dimensión digital. Incluso puede ser la palanca que acelere la transición verde y energética. Las tecnologías y soluciones TIC tienen el potencial de reducir las emisiones globales entre un 15% y un 35% para 2030.
Una política industrial a prueba de futuro
El diseño de una política industrial a prueba de futuro es el principal factor de éxito para impulsar la competitividad, la innovación y la autonomía estratégica de Europa. Este enfoque implica tener una clara visión estratégica a largo plazo de lo que queremos que sea Europa y del papel que queremos que desempeñe a nivel mundial.
Esta visión, combinada con un profundo conocimiento del actual panorama geopolítico, económico y tecnológico, permitirá a Europa definir las políticas adecuadas para reforzar la resiliencia y el crecimiento de las industrias ante los retos actuales y futuros.