El mundo se enfrenta a un desperdicio del talento al no actuar más rápido para hacer frente a la desigualdad de género. Esto pone en riesgo el crecimiento económico y priva a las economías de la oportunidad de desarrollarse, de acuerdo con el Global Gender Gap Report 2016 que ha publicado el Foro Económico Mundial.
El informe mide anualmente el progreso hacia la paridad entre hombres y mujeres en cuatro áreas: educación, salud y supervivencia, oportunidad económica y empoderamiento político.
Al frenarse de forma drástica los avances en esa materia, la paridad económica o laboral se ha reducido drásticamente – hasta el 59% – y es hoy mayor que en cualquier momento desde el año 2008. Así, la igualdad podría retrasarse 170 años, hasta el año 2186.
Con mujeres que controlan el 64% del gasto mundial en los hogares, hay grandes beneficios potenciales para las empresas con empleados que entiendan a una base de clientes diversa.
La lentitud del progreso, especialmente en el ámbito económico, presenta un riesgo particular, dado el hecho de que muchos puestos de trabajo que emplean la mayoría de las mujeres son susceptibles de ser “golpeados” proporcionalmente más duramente por la próxima era de disrupción tecnológica conocida como la Cuarta Industrial Revolución. Este «vaciamiento» de los medios de vida femeninos podría privar a las economías de más talento de las mujeres y aumenta la urgencia para que más mujeres entren en campos de alto crecimiento, tales como los que exigen habilidades STEM.
“Mujeres y hombres deben actuar como socios a la hora de gestionar los retos a los que se enfrenta el mundo en el que vivimos… y también a la hora de aprovechar las oportunidades. Ambas voces son fundamentales para garantizar que la Cuarta Revolución Industrial cumple las promesas realizadas a la sociedad”, explica Klaus Schwab, Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial.
Factores clave para la desigualdad
En 2015, las proyecciones basadas en datos del Informe Global de Disparidad entre Géneros sugirieron que la brecha económica podría cerrarse a menos de 118 años, o 2133. Sin embargo, el progreso ha invertido desde entonces, alcanzando un máximo en 2013.
En cambio, la brecha de género se ha cerrado en educación un 1% durante el año pasado, hasta el 95%, por lo que es una de las dos áreas donde hay más avances hasta la fecha. La salud y la supervivencia, el otro pilar que ha cerrado hasta el 96% su brecha, se ha deteriorado mínimamente. Dos tercios de los 144 países medidos en el informe de este año ya pueden presumir de haber cerrado totalmente la brecha de género en la proporción de sexos al nacer, mientras que más de un tercio han cerrado totalmente la brecha en términos de esperanza de vida saludable.
El pilar donde la brecha de género ocupa un lugar preponderante, el empoderamiento político, es también el que ha visto el mayor progreso desde que el Foro Económico Mundial comenzó a medir la brecha de género en 2006. Este se ubica actualmente en más de un 23%, un 1% más que en 2015 y casi un 10% más que en 2006. Sin embargo, sólo dos países han alcanzado la paridad en el Parlamento y sólo cuatro han alcanzado la paridad en las funciones ministeriales, de acuerdo con los últimos datos comparables a nivel mundial.
España, en el puesto 29 del Ranking Mundial
En un momento en el que las mujeres, de media, apenas se benefician de dos tercios del acceso a la sanidad, la educación, la participación económica y la representación política que tienen los hombres, surgen varios países que empiezan a disputar la tradicional hegemonía de las naciones nórdicas en el ranking de igualdad de género.
Por su parte España se sitúa en el puesto 29 del ranking mundial de un total de 144 países, frente al lugar 11 que tenía en 2006, de los 115 analizados.
La igualdad en los negocios
Para que las empresas puedan contribuir a la igualdad y aprovecharse de sus beneficios, los directivos necesitan abordar este tema con un enfoque holístico que a menudo conduce a reformas fundamentales.
Estas son las seis dimensiones en las que tienen que trabajar, según el Foro Económico Mundial: liderazgo y compromiso de la compañía; medición y fijación de objetivos; sensibilización y accountability; ambiente de trabajo y balance vida-trabajo; mentorización y formación; y responsabilidad más allá de la oficina.
>> Lee aquí el informe del Foro Económico Mundial completo.