Redacción
Probablemente cualquiera de nosotros tenga algún cajón en casa lleno de cargadores de teléfono viejos, o se ha visto en la necesidad de cargar su móvil cuando se encontraba fuera de casa, sin haber podido encontrar un cargador compatible. Un único cargador para toda la vida que funcione en cualquier móvil sería beneficioso tanto como para los consumidores como para el medio ambiente.
Es por ello que en el Mobile World Congress de Barcelona, en 2009, la industria al completo acordó que era necesario solucionar el problema con la creación de un cargador universal y fijó el objetivo de que para el 1 de enero de 2012, la mayor parte de todos los teléfonos móviles nuevos fueran compatibles con dicho cargador. O2 aplaudió esta idea en su momento, y continuamos creyendo que es algo fundamental. Es lo que todos queremos, los consumidores, los políticos, O2… En definitiva, todo el mundo.
Ahora estamos en 2011 y ¿en qué punto nos encontramos? Bien, estamos acercándonos al objetivo de 2012, pero no tan rápido como creemos que sería necesario. ¿Estará menguando el entusiasmo inicial?
El pasado diciembre, el Comité Europeo de Normalización Electrotécnica CENELEC, hizo público un nuevo cargador universal estándar, solicitado por la UE y, previamente, en marzo de 2010, la ITU-T hizo público un cargador universal estándar. Como industria, parece que ya no estamos en total armonía.
Existen dos divergencias entre ambos estándares: la corriente mínima acordada y el cable eléctrico separable. Si la corriente de salida acordada es demasiado baja, el cargador universal no podrá cargar muchos móviles, como los smartphones. Además, si el cable eléctrico está fijado al cargador, no será posible utilizarlo para conectar el móvil a su ordenador, lo que se traducirá en la necesidad de incluir un cable adicional en el lote del teléfono.
Tanto en Telefónica como en O2 en Reino Unido, nuestra visión es sencilla. Queremos quitar los cargadores de las cajas, nada más. Esto reducirá los embalajes, los costes de transporte, así como el envío de desechos a los vertederos. Para conseguirlo, necesitamos que la industria consiga acordar un único estándar, y creemos firmemente que dicho estándar será capaz de cargar todo tipo de teléfonos móviles.
La buena noticia es que a través del ITU-T, se está negociando una puesta en común de los dos estándares existentes. Pero nuestra mayor preocupación es que se nos acaba el tiempo, 2012 está a tan solo 10 meses y, como industria, nos arriesgamos a fracasar estrepitosamente.
Pedimos encarecidamente a todos: a los operadores, los fabricantes de móviles y los organismos de normalización europeos, que cooperen firmemente y se comprometan a apoyar los debates que se están produciendo a través del ITU-T. Necesitamos volver a reunirnos todos para conseguir un estándar único, y conseguirlo rápido. Sin ello, O2 no podrá hacer posible su ambición de ofrecer una solución práctica a los consumidores del Reino Unido.
El cargador universal es algo demasiado importante como para escatimar o poner en el mercado productos mal concebidos. Según el GSMA, se producen 51.000 toneladas de cargadores duplicados cada año; la mayor parte de ellos acabará en un vertedero. Con un poco de suerte, en el Congreso Mundial de Telefonía Móvil de esta semana, dos años después del compromiso original, la industria se dará cuenta de que el tiempo se está acabando y se volverá a comprometer a alcanzar el objetivo de un cargador único y duradero.
[1] La ITU es el Organismo de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas. El ITU-T es el organismo de normalización de la ITU encargado de establecer estándares globales para el sector de las TIC.
**Steve Alder es General Manager Devices, O2