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El camino para la economía circular y el crecimiento verde

La transición hacia un modelo económico sostenible urge. Hay quien piensa incluso que llegamos tarde. ¿Qué tiene que hacer España y cómo? Un buen número de empresas del Ibex-35 y varias...

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Lourdes Tejedor / @madrid2day

Editora. Telefónica S.A.

La transición hacia un modelo económico sostenible urge. Hay quien piensa incluso que llegamos tarde. ¿Qué tiene que hacer España y cómo?

Un buen número de empresas del Ibex-35 y varias pymes, aglutinadas en el Grupo Español de Crecimiento Verde (GECV), han dado un paso al frente para poner sobre la mesa, fundamentalmente política, diez prioridades.

Este decálogo, basado en la Declaración de Barcelona del grupo, se desarrolla en el Informe España, hoy y mañana, presentado y debatido por expertos en el II Foro del GECV.

Esta es la hoja de ruta para ayudar a dar respuesta a los Acuerdos de París y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y aprovechar al máximo el mercado “verde”, que ya supera los 5 billones de dólares, el 6,8 % del PIB mundial:

Valentín Alfaya, de Ferrovial

«Las recomendaciones del GECV están dirigidas a los reguladores»

1. Reconocer la economía verde como una fuente de crecimiento económico y prosperidad

La experiencia pone de manifiesto que los países -Alemania, Corea del Sur y Dinamarca- que han liderado el proceso global de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y han adoptado políticas que fomentan la inversión y el comercio de productos y servicios verdes, están liderando la transición hacia una economía competitiva.

2. Aprobar políticas que potencien la apuesta verde

El Grupo pide priorizar las oportunidades más maduras, más próximas a la competitividad, y con mayor potencial de creación de empleo aunque sin olvidar políticas que impulsen la innovación e implantación de nuevas tecnologías.

Pablo Saavedra, Secretario de Estado de Medio Ambiente

«Debemos anticiparnos y situar a España a la cabeza en materia climática y economía circular para ser más competitivos»

Además, insiste en la “definición de objetivos de forma rigurosa (reducción de emisiones, renovables, eficiencia energética, calidad del agua, etc.)”.

Dentro de este proceso, se han mostrado también muy buenos resultados en la integración de estrategias de crecimiento verde en programas o políticas exis­tentes. O incluso la utilización de fondos administrados por el sector público para proveer de financiación a sectores verdes. Un caso interesante lo constitu­ye el Fondo Global de Pensiones Noruego.

3. Establecer un marco regulatorio estable, predecible y transparente

Mari Luz Castilla, de PwC

«La descarbonización de la economía mundial debería mostrar una reducción de la intensidad de car¬bono del 6,3 % anual»

El cambio a un modelo de crecimiento más sostenible exige cuantiosas inver­siones en I+D, en nuevas tecnologías, en equipos más eficientes, etc. Los inver­sores buscan una rentabilidad suficiente y exigen una razonable estabilidad del marco regulatorio.

Una de las propuestas europeas más importantes en este sentido es la propuesta de un nuevo marco de gobernanza para una energía competitiva, segura y sostenible. Tomando como base las orientaciones que proporcionará la Comisión Europea, los Esta­dos miembros elaborarán planes nacionales en los que detallarán las estrategias, medidas y recursos económicos necesarios para el cumplimiento de los objetivos de política energética en el horizonte 2030.

En el campo de la economía verde sería muy conveniente –insiste el GECV- tomar decisiones basadas en el consenso político.

Pedro Linares, de la Universidad de Comillas

«Hace falta una conversión del consumidor para ser justo y responsable de sus decisiones de compra»

4. Eliminar trabas administrativas y asegurar coordinación institucional

La dispersión normativa puede conducir a situaciones de inseguridad jurídica que lastren la inversión en estos ámbitos.

La Administración del Estado debería optimizar la legislación básica y otras herramientas normativas con el fin de eliminar trabas y reducir la dispersión.

Oscar Martín, de Ecoembes

«Integremos la educación ambiental en el currículum escolar»

5. Promover la investigación, la innovación y la tecnología como catalizador del crecimiento

El cambio tecnológico (particularmente en el sector energético) es uno de los pilares de la mitigación del calentamiento global. Por su parte, la eco-innovación puede contribuir a una reducción de los costes de producción y a aumentar el valor final de los productos.

La apuesta por la eco-innovación implica superar una serie las barreras financieras, de costes, de conocimiento, de mercado, etc., que pue­den ser particularmente severas para las PYME.

En general, se necesitan instrumentos eficientes de financiación. Una política de subvenciones inteligente, capaz de incenti­var la inversión privada, es también un instrumento potente.

Gonzalo Sáenz de Miera, de Iberdrola

«Necesitamos una reforma fiscal medioambiental: quien contamina, que pague»

6. Fomentar la información y sensibilización

Los ciudadanos deben ser considerados los protagonistas de cualquier estrategia de crecimiento verde. En este sentido, la transparencia, la trazabilidad y la información fiable de productos (por ejemplo, con el etiquetado) son fundamentales.

Por ejemplo, es prioritario mostrar la conexión entre sostenibilidad, crecimiento y creación de empleo y promover una cultura que motive la demanda de bienes y servicios más eficientes en el consumo de materiales y energía.

Isaac Navarro, de Contazara

«Que se reconozca a las empresas que se están esforzando voluntariamente»

El Gobierno debe ser proactivo en el proceso de sensibilización. Para ello, debe definir indicadores y objetivos de tal forma que el progreso pueda ser medido y comunicado.

Algunas empresas pioneras han empezado a calcular una cuen­ta de “pérdidas y ganancias medioambientales” y compañías y con­sumidores en su caso, pueden conocer el coste o beneficio de las externalidades ambientales o sociales de un producto.

7. Desarrollar capacidades de financiación y eliminar barreras

Angel Pes, de Caixabank

«Es necesario que el sector público marque la pauta para que el sector financiero se suba al carro»

El sector financiero es clave para la transición hacia una economía baja en carbono pero se necesita minimizar los riesgos. El sector público debe facilitar la inversión privada mediante instrumentos regulatorios, medidas fiscales y vehículos diseñados específi­camente para fomentar la colaboración público-privada.

Según The New Climate Economy36, los países desarrollados necesitarán invertir 4 billones de dólares adicionales en el período 2015-2030 para actualizar sus infraes­tructuras en una senda compatible con una economía de bajas emisiones.

Estas inversiones no pueden demorarse. Cada dólar que deja de invertirse hoy, implica una inversión de 4,3 dólares en el futuro 40.

8. Avanzar hacia una economía baja en carbono con la contribución de todos los sectores

Eduardo González, de OECC, MAGRAMA

«Hay que avanzar en el frente de la compra pública»

El sector de la energía tendrá una contribución decisiva a la descarbonización de la economía, en el marco de un modelo donde no solo el mix energético, sino también un consumo más eficiente de los recursos tengan un papel clave. Sin embargo, la aportación de sectores como el transporte o la edificación, o soluciones que provienen de las tecnologías de la información y la comunicación, entre otros, será decisiva y ofrecerá nuevas oportunidades.

Será necesario diseñar políticas aplicables a todos esos sectores para, además de tener éxito, asegurar un gran mercado.

Joaquín Nieto, de OIT

«Las empresas del GECV debéis ser los sherpas para la obligada transición hacia la sostenibilidad»

9. Incentivar la colaboración público-privada

Esta colaboración es especialmente provechosa en el ámbito de la innovación y el progreso tecnológico, así como en la financiación de proyecto, y en la operación de infraestructuras, ciudades y servicios públicos que son necesarios para la transición hacia una economía verde.

Enrique Segovia, de WWF

«Elijamos tres cosas de calado que se puedan hacer en los próximos dos años para virar la dirección de este barco»

Para exten­der este entorno colaborativo, se requiere sin duda una regulación más estable y transparente

El Global Green Growth Forum (multipaís), el Centro de Economía Ver­de, en Buenos Aires y el proyecto Green Economy en Málaga son experiencias a tener en cuenta en este ámbito.

10. Revisar la fiscalidad para convertirla en una herramienta de apoyo al crecimiento verde

Geert Paemen, de Telefónica

«Las TIC pueden contribuir a la reducción del 20% de las emisiones de CO2 a nivel mundial para 2030».
«Las smart cities, la logística inteligente, el smart metering, el big data… son claves para la descarbonización»

Un diseño riguroso del marco de la fiscalidad energética y medioambiental, que siga los principios de “quien contamina paga” y “quien depura gana” permitirá a la sociedad aprovecharse de los beneficios que el crecimiento verde aporta tanto en términos económicos como medioambientales.

Carmen Becerril, de Acciona

«Necesitamos fomentar una cultura de responsabilidad para el ámbito público, empresarial y privado»

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