En la actualidad, hay datos que no pintan bien para la humanidad. Es probable que el calentamiento global eleve la temperatura 1° C con respecto a la media de la era preindustrial; 60 millones de personas, más que la población de España, han sido desplazadas y los delitos cibernéticos cuestan a la economía mundial aproximadamente 445.000 millones de dólares, lo que supera los ingresos de Chile.
Según el estudio, los cinco riesgos más probables son las migraciones involuntarias a gran escala, los fenómenos meteorológicos extremos, la falta de mitigación y adaptación al cambio climático, el conflicto interestatal con consecuencias regionales y los grandes desastres naturales.
Por otro lado, el top cinco de los riesgos con mayor impacto está compuesto por la falta de mitigación y adaptación al cambio climático, las armas de destrucción masiva, la crisis de agua, las migraciones involuntarias a gran escala, los cambios en el precio de la energía (subida o bajada).
A los participantes también se les preguntó qué riesgos estaban relacionados y podrían dar lugar a riesgos en cadena. Se destacaron tres: primero, la posibilidad de que el cambio climático exacerbe las crisis del agua, con impactos incluyendo conflictos y un aumento de la migración forzosa. Una efectiva respuesta requeriría una mejor gestión del agua en respuesta al cambio climático y políticas para responder a una población en crecimiento y al desarrollo económico. En segundo lugar, la necesidad de abordar la crisis global de refugiados, poniendo un mayor énfasis en políticas que puedan construir resiliencia además de responder a la crisis inmediata. Finalmente, los riesgos derivados con la incapacidad de entender bien los retos en torno a la Cuarta Revolución Industrial y cómo esta transición afectará a los países, las economías y las personas en un momento de desaceleración económica.
Los países más vulnerables al clima suelen depender mucho de la productividad agrícola para apoyar el crecimiento y el desarrollo económico
ATENCIÓN AL CIUDADANO (DES)EMPODERADO
El estudio se refiere también a un riesgo contextualizado que atiende a las complejas dinámicas de las sociedades en la era de la digitalización y trata el fenómeno del ciudadano (des)empoderado, resultado de la interacción de diversas dinámicas. En un contexto en el que la tecnología empodera a los ciudadanos a la hora de encontrar información, conectarse con otros y organizarse, estos ciudadanos se sienten, sin embargo, privados de derechos por parte de élites distantes. El informe analiza el camino a la inestabilidad social si tanto gobiernos como empresas se embarcan en acciones represoras o en la inacción por causa de la incertidumbre sobre cómo tratar con una ciudadanía más informada, conectada y exigente, lo que podría conducir a una espiral creciente de desconfianza y respuestas más confrontacionales por ambas partes. Este apartado también analiza los beneficios que podrían disfrutar gobiernos y empresas si buscan proactivamente formas de conectarse y de dialogar con ciudadanos preocupados.