La propuesta de Directiva de Informes de Sostenibilidad de la UE (CSRD) publicada el 21 de abril de 2021, marcó un antes y un después sobre qué compañías deben reportar, cómo y con qué garantías. El objetivo es garantizar que aporten públicamente información suficiente y adecuada sobre sus riesgos y oportunidades, así como sus impactos sobre las personas y el medioambiente. En este contexto, surge el concepto de doble materialidad.
El reto para las empresas es analizar y comprender qué se espera de ellas y responder adecuadamente
La Comisión ha reconocido que para aumentar la calidad de la información divulgada por las empresas es necesario garantizar la homogeneidad en la presentación de informes. Por ello el Grupo Asesor Europeo de Información Financiera (EFRAG) tiene previsto publicar 5 normas transversales – que abordarán la información sobre asuntos que son clave para la relación entre las cuestiones de sostenibilidad de la empresa y su estrategia, modelo de negocio, gobierno y organización- y 6 directrices conceptuales, para que los reguladores garanticen una adecuada traducción de determinados conceptos.
Proceso de determinación de la doble materialidad
Directrices para la doble materialidad
El pasado mes de enero el EFRAG publicó uno de los lotes de este paquete de directrices en torno a la doble materialidad donde se desgrana el significado de materialidad de impacto y materialidad financiera:
- Materialidad de impacto: identificar asuntos materiales cuando la empresa esté relacionada con impactos significativos reales o potenciales sobre las personas o el medioambiente a corto, medio o largo plazo; tantos impactos causados directamente por la empresa o los que haya o pueda tener en toda su cadena de valor.
- Materialidad financiera: diferente a la materialidad utilizada en los informes financieros, se refiere a identificar aquellos asuntos materiales que desencadenan efectos financieros para la compañía, es decir, que generan o pueden generar riesgos u oportunidades que influyen en los flujos de caja futuros y, por lo tanto, en el valor de la empresa a corto, medio o largo plazo.
El objetivo es determinar qué temas o subtemas de sostenibilidad son relevantes para la empresa y por lo tanto es necesario definir una información adecuada sobre los mismos. Un asunto puede ser relevante desde el punto de vista de impacto, financiero o desde ambas perspectivas.
La propuesta destaca varios aspectos en el proceso de determinación de los asuntos materiales:
- Se da la misma importancia a la materialidad de impacto como a la financiera.
- El Consejo de Administración debe identificar previamente los temas de sostenibilidad relevantes para la empresa antes de realizar la evaluación.
- Se debe tener en cuenta el impacto (positivo o negativo) de todas las partes interesadas afectadas y no solo las necesidades de los usuarios como partes interesadas en la información sobre sostenibilidad de la empresa.
El caso de Telefónica
En Telefónica empezamos a trabajar este enfoque el pasado año como un elemento determinante de nuestra estrategia y toma de decisiones, publicando por primera vez nuestra doble materialidad en el Informe de Gestión Consolidado 2021.
En el proceso de determinación seguimos 4 pasos: identificación y actualización de asuntos materiales, evaluación y priorización desde la perspectiva de impacto y de valor en la Compañía, inclusión de la percepción de los grupos de interés y supervisión y validación interna y externa del resultado de la matriz.
Telefónica publica por primera vez el análisis de doble materialidad en el Informe de Gestión Consolidado 2021
La referencia a múltiples fuentes externas, la participación de áreas clave para identificar riesgos y oportunidades de la Compañía y la relevancia de los asuntos clave para los diferentes grupos de interés, ha dado lugar una matriz objetiva exhaustiva y estratégica, que nos ha permitido establecer nuestra hoja de ruta ESG.
Así, los asuntos más relevantes por su alto impacto en la sociedad y/o en el valor de Telefónica son la ciberseguridad, el comportamiento competitivo; el entorno económico, político y regulatorio; la gestión de energía y emisiones; la seguridad y salud del empleado; la privacidad del cliente; la inclusión digital; la gestión de la cadena de suministro; las prácticas laborales y la ética empresarial.
Su importancia nos ha llevado a plantear nuevos objetivos y acciones que se plasman en el Plan de Negocio Responsable de la compañía, elaborado a nivel global y aterrizado a las diferentes operaciones, en función de sus circunstancias.
En definitiva, la doble materialidad busca enriquecer la visión de las compañías para definir mejor su estrategia, evitar miopías y cortoplacismo, pensar y actuar teniendo en cuenta a todos los grupos de interés. El impacto de una empresa en la sociedad y su valor marcan un camino de ida y vuelta bueno para todos.