En aquella época había muchos que opinaban que el uso de internet sería residual y no era necesario para llevar a cabo su actividad. Cosa que seguían pensado algunos 10 años después y publicaban en artículos de prensa internacional. Veinticinco años después, y según UNCTAD, la economía digital mundial en su conjunto representa alrededor del 22,6 % del PIB Global y el comercio electrónico mundial alcanzó los 26,7 billones de dólares.
De la misma forma, todavía hoy hay ejecutivos que se plantean si la digitalización es un facilitador para su negocio o si por el contrario no es necesaria o entorpece la forma de llevarlo. Según los últimos datos de Eurostat, un 38,5 % de las empresas españolas no alcanzan un nivel básico de digitalización, en las PYMEs este porcentaje es el 39,5%.
Existe una «paradoja digital» en la que en ocasiones no se obtienen a corto plazo los beneficios esperados. Los proyectos de transformación digital pueden modificar el «core» de las operaciones del negocio desencadenando cambios sistémicos que afectan a la resiliencia empresarial y obligan a gestionar riesgos para tomar decisiones.
Este mismo dilema ha sido analizado por consultoras e investigadores como Cheng Li y Yewen Wang, que recientemente han publicado en PLOS ONE un trabajo sobre la relación entre la transformación digital y la resiliencia empresarial. Llegando a una conclusión en la que relaciona directamente la digitalización del negocio con la forma de aprovechar oportunidades para el crecimiento, para adaptarse a los cambios inesperados, para mantener una actitud positiva en momentos difíciles o para facilitar la innovación.
Relación entre digitalización y resiliencia empresarial
La digitalización es una herramienta útil para gestionar y superar riesgos basándonos en la teoría de información. Conclusión a la que se llega después de analizar el impacto de la digitalización en la cadena de suministros y la resiliencia en el ecosistema de plataformas digitales. Por otro lado, las consecuencias disruptivas en la transformación digital pueden conducir a situaciones de incertidumbre por lo que se hace imprescindible contar con perfiles dentro de las organizaciones que gestionen la vulnerabilidad organizacional y trabajen las capacidades en digitalización de todos los recursos.
Con este trabajo se demuestra también el impacto positivo que tiene la transformación digital en tres aspectos de la resiliencia empresarial: los costes de agencia, la transparencia de información y el acceso a la financiación.
El papel del gobierno corporativo y el empoderamiento digital
El papel del gobierno corporativo y el empoderamiento digital son imprescindibles para facilitar la respuesta a cambios en el entorno y riesgos disruptivos, y, por otro lado, generar capacidades resilientes de los recursos de la empresa.
En base a la teoría del empoderamiento digital, la propia autoridad y las capacidades que se facilitan a los recursos con el reskilling, son palancas positivas para la superación de posibles crisis, permiten responder más rápidamente a cualquier cambio durante esta e incrementan la adquisición de conocimientos para superarla.
Conclusión
La experiencia y trabajos académicos como el citado en este artículo demuestra la relación positiva entre digitalización y resiliencia empresarial, por lo que es necesario seguir avanzando para reducir el porcentaje de PYMES que no alcanzan un nivel básico de digitalización.
Cualquier proceso de digitalización requiere servicios de calidad y las empresas suelen ofrecer un catálogo de servicios diferenciales en comunicaciones y tecnologías de la información con la mejor red de acceso, la mejor disponibilidad y profesionales altamente cualificados.
Conscientes que el empoderamiento de los recursos de las empresas que acometen procesos de digitalización requiere no solamente servicios de calidad sino, además, un modelo de atención por parte de los proveedores de servicio que sea eficiente y entienda las necesidades de las empresas, hoy en día se siguen implementando mejoras en los centros de atención de empresas constantemente para:
- Anticiparse a las necesidades de los clientes y acompañarlos en aquellas incidencias que producen incomunicaciones y son especialmente relevantes para su negocio.
- Solucionar en remoto cualquier incidencia o petición de cliente que sea posible y ofreciendo herramientas para que puedan autogestionar reconfiguraciones o personalizaciones.
- Agilizar las visitas de los técnicos para que en menos de 24 horas tengan solucionada una incidencia que afecte a sus servicios.