Qué es la virtualización
La virtualización permite lanzar espacios de trabajo aislados en cualquier dispositivo compatible, creando entornos informáticos virtuales que optimizan el rendimiento, así como los recursos del sistema.
El dispositivo físico es conocido como host (pudiendo ser nativo o alojado), siendo el encargado de alojar los recursos virtualizados, denominados máquinas virtuales (o VM por su nombre en inglés: virtual machine).
Estas máquinas virtuales son el corazón de la virtualización y simulan un sistema físico en formato de software. Para esto, es fundamental la figura de los hipervisores, que son los encargados de crear la capa de virtualización y coordinar las máquinas virtuales.
Qué es el cloud computing
Por otro lado, el cloud computing puede entenderse como la posibilidad de disponer de recursos informáticos bajo demanda, de manera sencilla, flexible y segura gracias a la virtualización y la conectividad.
Resumidamente, permite alquilar las tecnologías de la información en vez de comprarlas, lo que supone no tener que invertir una elevada cuantía presupuestaria en bases de datos, software y equipos, al acceder a los servicios que requiere la empresa proveedora mediante internet.
Bajo tres tipos o formas de nube (pública, privada o híbrida), ayuda en gran medida a la transformación digital de las empresas al evitar la realización de grandes inversiones en infraestructuras, personal especializado o licencias de software.
Asimismo, mejora las condiciones de accesibilidad y permite mayor colaboración, además de eliminar problemas y costes en los mantenimientos de seguridad.
Diferencias entre virtualización y cloud computing
Como hemos visto en la definición de cada uno de estos conceptos tecnológico, ambos tienen un objetivo común: proporcionar flexibilidad y escalabilidad a las empresas en sus departamentos de TI, optimizando el uso de recursos.
¿Pero en qué se diferencian?
En esencia, podríamos resumirlo en que la virtualización es la base que posibilita el cloud computing, eficientando la compartición de los recursos físicos, mientras que el cloud computing añade una capa de prestación y consumo de estos servicios compartidos, típicamente a través de Internet.
Ventajas de la virtualización y del cloud computing
Como ya hemos comprobado, aunque parecidos, cloud computing y virtualización no son lo mismo y cada una de estas tecnologías presenta una serie de ventajas. Veamos cuáles son.
Beneficios de la virtualización:
- Reducción notable de los costes operativos.
- Sirve de barrera protectora ante posibles ataques, por lo que se mejora la seguridad.
- Ofrece agilidad a la hora de implementar diferentes soluciones de software y aplicaciones.
- Eficienta el rendimiento del hardware y flexibiliza su uso gracias a la consolidación de las distintas cargas de trabajo.
Beneficios del cloud computing:
- Consumo bajo demanda. Los usuarios pueden solicitar los recursos cuando los necesiten, y liberarlos cuando no sean necesarios.
- Escalabilidad. La tecnología cloud ofrece recursos prácticamente ilimitados, habilitando tanta capacidad como demanden los clientes.
- Reducción de costes. Al tratarse de recursos compartidos y ofrecidos por un proveedor cloud, los usuarios no tienen la necesidad de invertir en nuevo hardware o actualizar sus plataformas.
Conclusión
Siendo conceptos que aluden a cuestiones similares, como hemos desglosado a lo largo del artículo, no son lo mismo. Podríamos resumirlo en que la virtualización es la principal tecnología habilitadora del cloud computing al permitir, mediante software, la creación de una capa sobre el hardware del sistema para dividir sus elementos en sistemas virtuales que puedan ser consumidos por los usuarios de una manera flexible.
