Podemos hacer una clasificación en 4 grandes grupos en base a la localización y la oferta de servicios.
Qué es la Nube Pública y sus características
Son los servicios de cómputo y almacenamiento que se ofrecen a través de un hiperescalar y tienen como alcance al público en general. Se ofertan a través de internet. En este grupo se encuentran nubes conocidas como AWS, Azure, GCP y OCI entre otras. Este tipo de nubes ofrecen servicios de tipo IaaS, PaaS y SaaS. A nivel de infraestructura, una parte tanto de la administración, como de la seguridad es asumida por el propio hiperescalar, simplificando la administración a los equipos de TI.
Otra gran ventaja de la nube pública es su tarificación, ya que es en pago por uso, es decir, que si hay previsión de no usar un servicio se puede apagar ahorrando costes, o por ejemplo si necesitamos una base de datos con poco uso, podemos usar una base de datos con pago por querys, que sería más económico que montar un servidor en el que habría que pagar la licencia del sistema operativo y la del motor de base de datos, así como el propio cómputo, por ejemplo.
La escalabilidad sin duda es otra de las grandes ventajas de la nube pública, ya que podemos crecer y decrecer de una forma sencilla y sin tener que pensar en la capacidad de recursos hardware. A diferencia de otras nubes, la nube pública funciona en modo compartido por lo general. Es decir, en la misma infraestructura física, puede haber varios clientes, aunque aislados todos entre ellos. Para los servicios IaaS sobre todo, en momento puntuales en los que haya mucha demanda (como ocurrió por ejemplo durante la pandemia), podría provocar problemas de capacidad y no se asegura por contrato.
Es decir, puede que, si tienes un servidor apagado, al encenderlo te de error indicando que no hay capacidad en el centro de datos físico donde está ubicado. Estas dos posibilidades se pueden resolver contratando infraestructura dedicada o reservando capacidad para asegurar que nuestro servidor siempre va a poder encender, aunque lleva un sobrecoste cuantioso. También justo al contrario tenemos la opción de contratar servidores susceptibles de que puedan ser apagados si por ejemplo existe un pico de demanda y no hay capacidad, sin apenas previo aviso. Estos servidores se pueden contratar a precio mucho más bajo por esta característica por ejemplo para procesos no críticos y que se puedan interrumpir y reanudar, produciendo también un ahorro importante en la factura.
Qué es la Nube Privada y sus características
Son los servicios de cómputo y almacenamiento que se ofrecen a través de un proveedor de servicios y tienen como alcance un ámbito más privado y no para el público en general. Se ofertan a través de internet, aunque su acceso se realiza a través de una red interna privada de forma generalizada. En este grupo estaría por ejemplo nuestra solución propietaria Telefónica Virtual Data Center (VDC). Este tipo de nubes ofrecen servicios IaaS, y en algunas ocasiones PaaS, pero está más enfocado a IaaS. Al igual que en la nube pública, una parte de la infraestructura y de la seguridad, la asume el proveedor de servicios, simplificando la administración a los equipos de TI. En este caso a nivel facturación, sería fijo, se haga uso o no del servicio. Esta nube está muy enfocada a cargas que necesiten funcionar en 24×7. Un servidor encendido 24×7 suele tener un coste inferior en nube privada que en nube pública.
En la nube privada de forma general se trabaja también con infraestructura compartida (y aislada) con varios clientes, aunque también el proveedor de servicios puede dar la opción de trabajar con infraestructura dedicada, que también suele ser más económico que en nube pública.
El crecimiento en nube privada es menos elástico y suele estar algo más limitado que el de la nube pública, aunque el proveedor de servicios hace planes de capacidad y va estudiando los aumentos de la demanda de recursos para anticiparse. La nube privada también es más atractiva en cuando a la privacidad de los datos, por lo que si tenemos un servicio que requiera una alta confidencialidad, la nube privada es una gran opción a tener en cuenta.
Qué es la Nube Híbrida y sus características
Es una combinación de ambas para aprovechar lo mejor de cada una. Podemos tener servicios críticos en IaaS que requieran 24×7 en nube privada y cargas en servicios PaaS en nube pública, y que convivan entre ellos. En este tipo de nube entra en juego la conectividad entre la nube pública y la nube privada. Podemos hacerlo de varias formas, aunque las más habituales son a través de una VPN Site-to-Site (S2S), con la que el tráfico viaja a través de la internet pública cifrado, o bien a través de un Cloud Connect, que es un servicio punto a punto privado en la que la red de la nube privada y de la nube pública se tratarían como “sedes” dentro la MPLS. Todo dependerá de la disponibilidad del servicio, del caudal de red y de la latencia que necesitemos.
Qué es la Multicloud y sus características
Sería el mismo concepto que la nube híbrida, pero en el que intervendrían varias nubes públicas o privadas. Por ejemplo, podríamos tener para una empresa un VDC conectado con Azure y AWS. En este caso, serían necesarias varias conexiones S2S o Cloud Connects para interconectar todas las nubes, pero aplicaría la misma filosofía. Cada nube sería una “sede” de la empresa. Aquí podríamos poner una sede como “hub” o “nodo central” que enrute todo el tráfico entre todas las nubes, o bien conectar cada nube independientemente con las otras nubes que haya. Esta segunda opción es más cara, pero crea una redundancia mayor en cuanto a comunicaciones y una menor latencia.
